Tipo de entrevista cualitativa

De acuerdo con el criterio del grado de control que ejerce el investigador en el transcurso de su realización, podemos distinguir, entre otros, los siguientes tipos de entrevistas:

  1. Entrevistas informales: son todas aquellas conversaciones más o menos espontáneas que el investigador mantiene de manera fortuita con las personas durante el transcurso del trabajo de campo. Estas entrevistas se realizan generalmente en la primera fase de la observación participante. Su función principal es ir estableciendo vínculos y relaciones con la gente y descubrir nuevos temas. También se llaman así los relatos que se producen antes o después de las pausas de la grabación de una entrevista más formalizada o durante las mismas.
  2. Entrevistas abiertas, no estructuradas o no dirigidas: el investigador y el entrevistado se reúnen a propósito para llevar a cabo una entrevista. El entrevistador tiene un plan más o menos claro, pero trata de ejercer un control mínimo sobre las respuestas de su informante, que es quien dirige realmente la entrevista y quien lleva la iniciativa. El entrevistador debe procurar no desviar ni dirigir al entrevistado creando una atmósfera relajada. Tiene que limitarse a exhortarlo a hablar sobre un tema planteado con un mínimo de guía o de preguntas. Se trata de dejar que el entrevistado se exprese con sus propias palabras, que surjan los sentimientos y las opiniones. Al final, obtendremos una narración personal donde tendrán sentido los temas tratados.
  3. Entrevistas semiestructuradas, dirigidas o focalizadas: suponen un paso adelante en el control que ejerce el investigador. A pesar de que el entrevistado tiene libertad para expresarse a su manera, la dirección de la entrevista se mantiene claramente en manos del entrevistador. El uso de esta modalidad supone que el investigador ya ha analizado provisionalmente y de antemano los elementos hipotéticamente significativos del problema de investigación. Sobre la base de este análisis realiza una guía de entrevista, guión o protocolo, que le sirve para conducir la conversación. Las respuestas de los entrevistados ayudan a la comprobación de las hipótesis y, en la medida en que incluyen respuestas no anticipadas, hacen posible la aparición de nuevas hipótesis.
  4. Estas denominaciones incluyen, por lo tanto, cualquier tipo de entrevista en la que el entrevistador sabe –o cree saber– por adelantado qué aspectos específicos de una experiencia desea ver cubiertos por las respuestas de la persona entrevistada, con independencia incluso de que el investigador haya observado y analizado o no la situación específica en la que participó la persona interrogada.

    Estas entrevistas comparten con las no estructuradas el carácter abierto de las preguntas y la profundidad con la que son abordados los diferentes temas tratados. Resultan especialmente útiles cuando sólo se dispone de una oportunidad para entrevistar al informante, en el marco, por ejemplo, de proyectos de investigación con un tiempo delimitado de realización, o bien cuando se realizan con personas acostumbradas a utilizar su tiempo de forma eficiente: líderes, empresarios, profesionales, etc. Al realizarlas, el investigador demuestra al informante que sabe lo que quiere, por lo menos de forma general, y que, por lo tanto, no desea hacerle perder el tiempo, aunque, a la vez, le da la suficiente libertad para que pueda plantear otros temas y responder con sus propias palabras y su perspectiva a las preguntas.

  5. Entrevista en grupo o entrevistas grupales: se trata de una modalidad de entrevista con un gran potencial. El investigador puede tener interés en reunir a varias personas con el fin de escucharlas hablar y debatir entre ellas sobre un tema específico. La entrevista en grupo no es exactamente la yuxtaposición de una serie de entrevistas individuales sucesivas, sino que el grupo interviene en la misma como una realidad específica. Es aconsejable que el grupo exista (como grupo social o como representante de un grupo social más amplio) más allá del hecho de reunirse con el fin de ser entrevistado.
  6. Desde una perspectiva sociológica o antropológica (diferente, por ejemplo, de las que pueden hacer en estudios de mercado otros especialistas bajo perspectivas distintas) el investigador aplica un enfoque no directivo y, como mucho, actúa de moderador.

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