La consolidación de la documentación

La documentación es una disciplina joven que se enmarca perfectamente en el contexto de fragmentación de la ciencia que ha caracterizado el siglo XX.

La consolidación de una nueva rama del conocimiento no es un hecho inmediato, es un proceso lento, sometido a vicisitudes de carácter polémico que ayudan a precisar el objeto de estudio, el corpus teórico y su metodología. Este periodo de consolidación no es un tropiezo, sino al contrario, es enriquecedor por la cantidad y calidad de aportaciones y reflexiones. La documentación no ha sido una excepción en este proceso.

Biblioteconomía y documentación

El nacimiento de la ciencia de la documentación planteó fricciones con la biblioteconomía, un enfrentamiento que ha llegado hasta nuestros días.

Las posturas a la hora de dar solución al problema de la relación entre las dos ciencias son variadas, y los autores que han hecho sus aportaciones son numerosos.

Pueden establecerse tres tendencias fundamentales.

La documentación como disciplina subordinada a la biblioteconomía (postura en la que han destacado figuras como Bradford y Shera).

La documentación es considerada como una extensión o prolongación de la ciencia de la biblioteca, especializada en la gestión de una tipología documental (patentes, informes, artículos de publicaciones periódicas) que exige un tratamiento especial, porque se trata de una información vinculada al progreso científico.

La documentación comparte las técnicas y objetivos de la biblioteconomía y las ha aplicado a la difusión de la información contenida en materiales distintos de los libros.

 

De acuerdo con este punto de vista, el documentalista es un bibliotecario especializado en la difusión de los contenidos de materiales que no sean libros.

Documentación y biblioteconomía son dos disciplinas paralelas (punto de vista compartido por Coblans y Verhoef, entre otros).

La materia prima de ambas disciplinas es idéntica. Lo que las diferencia es la manera de tratarla. Frente a una actitud más "estática" de la biblioteconomía y la biblioteca, la documentación incide en la producción de información mediante el tratamiento dinámico del documento.

Documentación y biblioteconomía deben entenderse como dos secuencias de una misma actividad: la comunicación de información.

La biblioteconomía es una disciplina subordinada a la documentación (postura defendida por Briet).

La documentación es una disciplina instrumental al servicio de la producción científica de los conocimientos humanos y necesarios en un contexto de superabundancia informativa. De esta manera, los investigadores de cualquier ámbito se han concienciado de la importancia de la organización de la documentación e información científica.

La dimensión instrumental de la documentación sitúa al documentalista en el mismo nivel que el investigador.

Diversidad de denominaciones

Otro de los problemas que inciden en un nuevo campo de estudio es el de su denominación. La nueva orientación dada a la bibliografía por Otlet y La Fontaine ha recibido diferentes nombres con el paso del tiempo. Como señala Abadal (1994, pág. 2):

Cita

Tres de ellos están estrechamente vinculados a la denominación adoptada por la asociación que crearon ambos científicos belgas: del Instituto Internacional de Bibliografía (1895) a la Federación Internacional de Documentación (1937), para, finalmente, denominarse Federación Internacional de Información y Documentación (1986).

E. Abadal. La documentación en España

Desde los años sesenta, se usan otras designaciones en las que el contenido documental se ha visto desplazado por el contenido informativo. Estas nuevas designaciones están vinculadas con entornos geográficos concretos.


Contenido complementario

Ciencia de la información (Information Science) en Estados Unidos

Contenido complementario

Informatika en la antigua Unión Soviética

Contenido complementario

Información y documentación científica en Alemania

La aparición de la documentación ha ido acompañada de un proceso de estudio sobre sus límites y su relación con otras disciplinas como la biblioteconomía.

No hay un consenso mayoritario en torno a la denominación de la nueva disciplina.

La documentación ha dinamizado la función de transmisión del conocimiento de unidades de información como las bibliotecas.

 

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