Las bibliotecas especializadas

El origen de las bibliotecas especializadas hay que situarlo a finales del siglo XIX. La Revolución Industrial representa un cambio importante a todos los niveles, el desarrollo científico se vincula estrechamente al desarrollo productivo y se convierte en una actividad social clave. Las necesidades informativas de los investigadores, científicos y empresas son cada vez mayores, por lo que es necesaria una unidad informativa que dé respuesta a esta nueva demanda. Con todo, hasta después de la Segunda Guerra Mundial no empiezan a proliferar las bibliotecas especializadas.

Definición

De una manera sencilla, Valle Gastaminza define las bibliotecas especializadas como las:

Cita

"(...) bibliotecas dependientes generalmente de organismos públicos o privados que desarrollan su actividad en torno a un área científica o de especialización concreta (bibliotecas médicas, jurídicas, de arquitectura...)."

F. Valle Gasteminza (1990). "Las funciones documentales: tipología de centros y servicios de documentación". En: J. López Yepes (coord.). Fundamentos de información y documentación (pág. 213). Madrid: Eudema.

La realidad de las bibliotecas especializadas, sin embargo, es bastante más compleja, ya que muchos elementos inciden en su caracterización. Así, por ejemplo:

Habitualmente las bibliotecas especializadas son bibliotecas asociadas, mantenidas y administradas por una firma comercial, una organización industrial, una asociación, un departamento gubernamental o cualquier otro tipo de institución que desarrolla su tarea en un ámbito temático específico, con la finalidad de atender las necesidades de información de sus miembros y personal y de alcanzar los objetivos de la organización.
El fondo documental se especializa en un ámbito o ámbitos concretos del conocimiento y se presenta en tipologías muy variadas.
Los usuarios de las bibliotecas especializadas suelen tener una formación elevada y con unas necesidades de información muy específicas.
Suelen ser bibliotecas altamente tecnificadas y con una continua actualización.
Los servicios que ofrecen, aparte de los tradicionales de cualquier otra biblioteca, presentan unas particularidades concretas. Tienen gran protagonismo los servicios vinculados a la difusión y acceso a la información. Las bibliotecas especializadas deben dar respuesta de manera rápida, ágil y precisa no sólo a demandas de tipo bibliográfico, sino también científicas y técnicas. Además, han empezado a actuar como verdaderas productoras de información y no sólo como intermediarias.

Funciones de las bibliotecas especializadas

Vellosillo distingue las siguientes funciones de las bibliotecas especializadas:

Proporcionar información de manera rápida y eficaz.
Realizar un tratamiento exhaustivo de los documentos, de manera que los usuarios puedan obtener la máxima información.
Actualizar de manera continuada sus fondos y sus catálogos.
Ofrecer servicios de difusión activa de la información mediante boletines, resúmenes, etc.
Ofrecer servicios de difusión selectiva de la información, es decir, difusión a medida según las necesidades particulares de cada usuario.
Facilitar el acceso a las bases de datos especializadas.

Las colecciones de las bibliotecas especializadas

Junto con los servicios que ofrecen, hay que destacar la gran variedad de soportes y formatos documentales que caracterizan las colecciones de las bibliotecas especializadas:

Publicaciones periódicas
Son los materiales más abundantes, especialmente en las bibliotecas de disciplinas en las cuales la actualización de la información es muy importante.

Literatura gris

Publicaciones oficiales

Obras de referencia

Patentes, normas, etc.

Monografías

Las tipologías documentales de los fondos de las bibliotecas especializadas y los servicios que ofrecen han provocado fuertes controversias y han originado la distinción, por parte de algunos autores, entre bibliotecas especializadas y centros de documentación.

Martínez Comeche, por ejemplo, considera que la novedad que representan los centros de documentación con respecto a las bibliotecas es que mientras que éstas tienen como función principal recopilar y ser depositarias de documentos primarios, la función de los centros de documentación es conocer con profundidad y estar al día sobre la producción científica en lo que se refiere a un tema, produciendo nuevos documentos que reflejen su contenido informativo; únicamente de esta manera, dice, podrán ser recuperados y difundidos con rapidez y con el máximo aprovechamiento. Para alcanzar sus objetivos, los centros de documentación "acogen exclusivamente documentos secundarios y los referencian".

Las bibliotecas especializadas tendrían como principal función la conservación, tratamiento y difusión de documentos primarios de una temática concreta; los centros de documentación serían centros especializados en proporcionar y difundir los documentos pertinentes a la consulta del usuario independientemente de su ubicación o de su soporte. Núria Amat atribuye esta distinción a la pasividad de las bibliotecas a la hora de actualizar sus tareas y no adecuar sus servicios de información a las nuevas necesidades, a los nuevos avances técnicos y científicos, para convertirse en los instrumentos de información por excelencia, a la disposición del investigador.

La distinción entre bibliotecas especializadas y centros de documentación también se ha fundamentado a menudo en argumentos basados en los soportes documentales que reúnen. Según esto, mientras que las bibliotecas priorizarían el material impreso (y de manera casi exclusiva, el libro, comercializado por las vías tradicionales), los centros de documentación ofrecerían un abanico más amplio de soportes y formatos: colecciones de revistas; importante presencia de literatura gris generada tanto internamente en la institución en la que se asocia el centro de documentación, como en el exterior de ésta; disponibilidad de información ajena a la institución mediante bases de datos, catálogos, etc.

Si bien no puede negarse un grado de razón en la afirmación de Núria Amat, motivada por el inmovilismo de ciertos sectores bibliotecarios...

...actualmente, establecer una distinción entre biblioteca especializada y centro de documentación a partir de las tipologías documentales no parece tener mucho sentido, por lo que, habitualmente, ambos términos pueden ser usados como sinónimos.

Las bibliotecas especializadas ofrecen desde hace tiempo servicios atribuidos exclusivamente a los centros de documentación (difusión selectiva de la información, información de novedades, etc.), han incorporado material de cualquier tipología y soporte a su fondo, tienen acceso a las grandes bases de datos especializadas, llevan a cabo vaciado de revistas y se han convertido en verdaderos productores de información. De la misma forma, los centros de documentación disponen de documentos primarios que configuran evidentes bibliotecas.


Cuestionario

La supuesta distinción entre las dos tipologías, además, cada vez será menor, ya que las nuevas tecnologías harán innecesaria, o cuando menos, menos prioritaria, la posesión de la información primaria. Predominarán aspectos relacionados con el acceso a esta información, su tratamiento en forma de servicios de valor añadido.

 

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