Un modelo de sistema bibliotecario: el caso de Cataluña

La razón de un sistema bibliotecario

La importancia que en las sociedades actuales han adquirido las diferentes tipologías de unidades de información y sus servicios obliga a los responsables políticos a definir un marco legal que determine con precisión su papel y sus funciones dentro de una política nacional de información.

Un ejemplo: el sistema bibliotecario de Cataluña

El sistema bibliotecario de Cataluña, regulado por la Ley 4/1993 del Parlamento de Cataluña, que sustituye la ley anterior del año 1981, está integrado por los organismos siguientes:

Biblioteca Nacional de Cataluña
Sistema de Lectura Pública de Cataluña
Bibliotecas universitarias, las bibliotecas de los centros de enseñanza no universitaria y las bibliotecas especializadas.

La Biblioteca Nacional de Cataluña

La Biblioteca de Cataluña es la biblioteca nacional; su misión es recopilar, conservar y difundir la producción bibliográfica catalana y la relacionada con el ámbito lingüístico catalán, incluida la producción impresa, periódica o no, visual y sonora.

Sistema de lectura pública

La ley define el sistema de lectura pública como el conjunto organizado de servicios de biblioteca pública de Cataluña.

La ley determina la unificación en un solo sistema de lectura pública de las redes bibliotecarias dependientes de las diferentes administraciones y afianza la responsabilidad de los municipios a crear, regular, organizar y gestionar las bibliotecas de titularidad municipal, y a coordinar y promover la lectura pública en el municipio. Esta responsabilidad ya había sido regulada por la Ley 8/1987, de 15 de abril, de régimen local:

Texto legal

"Los municipios, independientes o asociados, deben prestar, como mínimo, el servicio de biblioteca pública"

Ley 8/1987, de 15 de abril, municipal y de régimen local de Cataluña. (27/4/87)


Contenido complementario

Concretamente, se establece que los municipios de 5.000 habitantes o más deben prestar el servicio de biblioteca local. En el caso de los municipios de menos de 5.000 habitantes, éstos deben recibir el apoyo de la comarca respectiva en la prestación del servicio de lectura pública. Los municipios de más de 30.000 habitantes deben prestar el servicio de lectura pública de manera descentralizada, de acuerdo con el Mapa de lectura pública.

El sistema de lectura pública se estructura de la siguiente forma:

Bibliotecas centrales comarcales
Coordinan las bibliotecas del resto de la comarca, a excepción de las bibliotecas centrales urbanas y de las bibliotecas que están vinculadas, de acuerdo con lo que establece el Mapa de lectura pública, y les proporcionan asesoramiento y apoyo. La gestión de las bibliotecas centrales comarcales corresponde al consejo comarcal y el ayuntamiento del municipio donde tiene su sede la biblioteca, los cuales deben acordar los criterios de colaboración.

Bibliotecas centrales urbanas
Coordinan las otras bibliotecas y los servicios bibliotecarios móviles del término municipal y les ofrecen asesoramiento y apoyo.

Bibliotecas locales
Son las que cumplen las condiciones necesarias para prestar el servicio de lectura pública en un área determinada. Tiene que haber una en cada municipio de más de 5.000 habitantes. En municipios superiores deben dar servicio de lectura pública en un área determinada. Coordinan su actividad con la biblioteca central comarcal o con la urbana y pueden dar apoyo a las bibliotecas filiales.

Bibliotecas filiales
Presentan servicios de lectura pública con el apoyo de una biblioteca local, de una biblioteca central comarcal o urbana.

Servicios bibliotecarios móviles
Dependen de una biblioteca central comarcal o urbana, tienen como finalidad ofrecer el servicio de lectura pública en zonas donde no hay un punto de servicio estático.

La Ley de bibliotecas del año 1993 también establece que el Departamento de Cultura debe garantizar la catalogación unificada y compartida de todos los fondos de las bibliotecas integradas en el sistema de lectura pública y el conocimiento mutuo de sus fondos, coordinar y gestionar el Catálogo colectivo de la lectura pública.

Completan la estructura del sistema de lectura pública:

Los servicios de apoyo a la lectura pública que prestan asistencia y cooperación a las bibliotecas del sistema de lectura pública.
Las comisiones de lectura pública.

Bibliotecas universitarias, de centros de enseñanza no universitarios y especializados

Para acabar, el sistema bibliotecario de Cataluña se completa con las bibliotecas de los servicios de bibliotecas universitarias, las bibliotecas de los centros de enseñanza no universitaria y las bibliotecas especializadas.


Actividad

Aunque la Ley de bibliotecas del año 1993 representó un paso adelante en la planificación bibliotecaria del Principado, la situación real todavía presenta importantes carencias. Puede encontrarse información sobre las bibliotecas que forman parte del sistema de lectura pública de Cataluña en la web del Servicio de Bibliotecas de la Generalitat de Cataluña.

 

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