Alejandría (Egipto) / Pérgamo (Antioquía)

20_m1.gifLas bibliotecas más famosas de la antigüedad clásica fueron las de Alejandría y Pérgamo.

La biblioteca de Alejandría, creada en el siglo IV a. C. por la dinastía de los Ptolomeos, fue el centro de atracción de los sabios y de los eruditos de su tiempo y el punto de reunión de los textos de la cultura griega y de otros países de Oriente Próximo y del Mediterráneo, que estaban traducidos al griego.

Los sabios que trabajaban en ella eran miembros de una especie de comunidad religiosa, una academia situada en el templo de las Musas, el Museion, parecido a la famosa escuela peripatética de Atenas, fundada por Aristóteles. El Museion estaba dedicado a la enseñanza y a la investigación y su gran biblioteca contenía la mayor de las dos colecciones que formaban la biblioteca de Alejandría; la segunda, más reducida, estaba adscrita al templo de Serapis y era conocida como Serapeion.

La finalidad principal de la biblioteca era la recopilación de la totalidad de la literatura griega en sus mejores copias y su clasificación y comentario. El poeta Calímaco fue uno de los sabios que colaboraron en esta tarea. Preparó una serie de catálogos de autores que daban noticia de su producción intelectual, a la vez que proporcionó datos relativos a la temática de las obras y su extensión. Estos catálogos son conocidos como Pinakes.

La biblioteca de Pérgamo, fundada por los Atálidas un siglo después que la de Alejandría, es considerada como su rival. Esta rivalidad demuestra que, además de desarrollar una misión cultural, las bibliotecas adquirieron una simbología de orgullo y prestigio personal e incluso nacional. Pérgamo y su biblioteca nunca consiguieron la posición que en el mundo de la cultura alcanzó Alejandría; por otra parte, ha quedado en el terreno de la leyenda de la historia del libro la atribución de haber incorporado entre los soportes escritos el pergamino.

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