Los orígenes de la SI en Europa

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Europa empieza a tomar posición frente a la sociedad de la información a raíz de lo que se conocería como el Informe Bangemann. Con la presidencia de Martin Bangemann, vicepresidente de la CE, un grupo de industriales, políticos y usuarios elaboró un informe (Europa y la sociedad global de la información: recomendaciones al Consejo Europeo) que enfatizaba la urgencia de una acción comunitaria con el objetivo de asegurar que las empresas europeas mantuviesen su competitividad internacional, se acelerase el proceso de liberalización y se consolidase el servicio universal. La financiación de la infraestructura de información tenía que ser, principalmente, responsabilidad del sector privado.

El informe fue presentado en la reunión de la Comisión Económica Europea de Corfú, en junio de 1994.

Por su parte, la Unión Europea y los estados miembros se tenían que responsabilizar de llevar a cabo la creación de un marco regulador coherente, con el fin de evitar que la circulación de la información se viese dificultada por las normativas nacionales. El informe proponía, finalmente, una lista de diez iniciativas destinadas a demostrar la viabilidad y utilidad de las nuevas aplicaciones telemáticas.

En julio de 1994, el grupo de los siete países más industrializados del mundo (G7) insistió en la necesidad de impulsar el desarrollo de las tecnologías de la sociedad de la información. La Comisión Europea decidió, entonces, incorporar a los ministros de los países del G7 en la conferencia de Bruselas de febrero de 1995, para llevar a cabo la discusión en torno al marco de la implantación de la sociedad de la información. La CE aprobó un plan de actuación que centraba la tarea de la UE en cuatro áreas:

Desarrollar un marco normativo y jurídico. Tanto los servicios como las infraestructuras estarían abiertas a la competencia el 1 de enero de 1990, con la excepción de un reducido número de países que solicitaron más tiempo para prepararse.

Fomentar la aplicación de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. Desarrollo de las redes de información (teléfono, satélite, cable); servicios básicos (correo electrónico y vídeo interactivo) y aplicaciones para determinados grupos de usuarios (educación, teletrabajo). Cerca del 30% de los programas del IV Programa Marco de Investigación y Desarrollo tecnológico están directamente vinculados a la SI.

Vigilar y analizar las consecuencias sociológicas, sociales y culturales de la SI. Análisis centrados en las consecuencias sobre la ocupación, la organización del trabajo y la legislación social en las regiones y ciudades, en la adaptación del sistema educativo y la protección social.


Contenido complementario

Promover la SI. La Comisión creó la ISPO, Oficina del Proyecto de la SI, como foco de información permanente de las actividades de la UE a favor de la sensibilización pública y del fomento del debate sobre la SI.

A pesar del reconocimiento y la convicción de que el sector privado tiene que liderar el camino hacia la SI, existe un amplio consenso sobre la importancia del papel que deben tener las administraciones públicas en este proceso, en especial como promotoras y cofinanciadoras de las actividades y proyectos iniciales. Los diferentes ámbitos de administración tienen papeles también diferentes. Las directivas de la UE condicionan el marco general de actuación de las administraciones. Aun así, al analizar la declaración de principios y objetivos de los diferentes países, podemos observar diferencias significativas entre ellos, como remarcan algunos autores (podéis ver los artículos de Védel, Moore y Mahon en el dossier de lecturas).

Podemos decir que la política de la UE para la SI queda definida por ocho principios importantes, que tenemos a continuación:

(http://www.europa.eu.int/pol/infso/es/info.htm)

  1. Las fuerzas de mercado tienen que conducir al avance en el terreno de la SI, lo cual implica la apertura en la competencia de los servicios y de las infraestructuras de información.
  2. Hay que garantizar el servicio universal, así como la interconexión de las redes y la interoperabilidad de los servicios y las aplicaciones en toda la Unión. Son necesarias, por tanto, medidas parecidas en otras partes del mundo, que también tienen que garantizar la igualdad de acceso.
  3. La financiación de la SI corresponderá, en primer lugar, al sector privado.
  4. Habrá que fomentar y proteger la diversidad cultural y lingüística.
  5. El derecho a la intimidad tiene que ser protegido y fomentado.
  6. Se pondrá en práctica la cooperación con las regiones menos desarrolladas, en especial con los países vecinos de la Europa central y orientales.
  7. Los operadores económicos tendrán que ser conscientes de las nuevas oportunidades que les brinda la sociedad de la información.
  8. Asimismo, es necesario alcanzar una sensibilización por parte del gran público, para lo que será precisa una formación adecuada para todo el mundo en los diferentes ámbitos de instrucción.
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