La aparición de los primeros catálogos en línea tuvo lugar a finales de la década de los setenta, y su desarrollo se produjo durante los primeros años de la década de los ochenta. De hecho, la aparición de los catálogos en línea representó una gran revolución en el mundo de las bibliotecas, ya que les permitió abrirse a sus usuarios, reemplazando los catálogos manuales -con las limitaciones que comportaban- por catálogos automatizados.
El diseño de los catálogos en línea se ha hecho siempre pensando en los usuarios, que son los clientes finales de esta herramienta. Por eso el desarrollo de los OPAC se ha centrado en hacerlos cada vez más amigables, es decir, fáciles de consultar y con interfaces atractivas.
¿Cómo ha tenido lugar la evolución de los catálogos en línea con relación a la búsqueda?
Las primeras versiones de los catálogos en línea de finales de los años setenta permitían a los usuarios básicamente las mismas opciones de búsqueda que los catálogos manuales; es decir, búsqueda por autor, título, clasificación y, en algunos casos, por materias.
Estos campos siempre se indizaban como frase, lo cual obligaba a conocer el inicio de las entradas de cada campo.
Posteriormente, durante los años ochenta, algunos propietarios de programas introdujeron opciones de búsqueda en los catálogos en línea similares a las técnicas que se habían desarrollado para los servicios de búsqueda en línea como, por ejemplo, Dialog. Estos OPAC ya permitían la búsqueda por palabra en campos como por ejemplo título, materias y autores, y también la utilización de los operadores booleanos que permiten buscar por más de un término al mismo tiempo.
En los noventa apareció la interfaz Windows. La mayoría de los catálogos en línea incorporaron esta interfaz gráfica, lo cual hizo mejorar considerablemente la amigabilidad de estos sistemas hacia los usuarios. Ya a finales de los noventa, la aparición de Internet también influyó en los OPAC, pues se creó una nueva necesidad para las bibliotecas: hacer accesible la consulta de su catálogo independientemente del lugar donde estuviese el usuario. De este modo, investigadores y estudiantes de cualquier lugar del mundo pueden acceder a los catálogos de las bibliotecas que los hayan hecho consultables por Internet.
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| Los dos tipos de entornos que en la actualidad permiten el acceso remoto a los catálogos en línea de bibliotecas son el acceso telnet y el acceso web, aunque se está imponiendo el entorno web, porque es mucho más amigable que el entorno telnet. |
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