Tipología de ficheros

Según el uso que se hace de un fichero, podemos clasificarlos en diferentes tipos. Para poder organizar y diseñar un fichero es imprescindible conocer la función que va a desempeñar.

Ficheros permanentes. Contienen la información necesaria para el funcionamiento de una aplicación.

Ejemplo

 

Ficheros maestros. Contienen información que refleja el estado actual de los datos. Sus registros son modificados con mucha frecuencia, pero su estructura no varía.

Ejemplo

 

Ficheros constantes. Mantienen datos fijos para la aplicación. Sus datos son prácticamente inamovibles y se utilizan como ficheros de consulta.

Ejemplo

 

Ficheros históricos. Contienen datos que fueron actuales en tiempos anteriores. Están constituidos por registros que reúnen cronológicamente las distintas modificaciones que ha experimentado el fichero en el tiempo.

Ficheros temporales. Contienen información necesaria para un proceso específico dentro de una aplicación. Se generan a partir de los datos de los ficheros permanentes y se utilizan para obtener resultados o actualizar la información de éstos. Una vez realizada la operación, son eliminados. Podemos distinguir entre los siguientes:

Ejemplo

 

Ficheros intermedios. Generados a partir de los resultados de un programa y utilizados como entrada a otro dentro de la misma tarea.

Ejemplo

 

Ficheros de maniobras. Se utilizan para no perder información generada por un proceso que no se puede conservar por falta de espacio en la memoria principal.

Ejemplo

 

Ficheros de resultados. Se generan a partir de los resultados finales de un proceso que van a ser transferidos a un dispositivo de salida.

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