Las principales características del lenguaje máquina son las siguientes:

Las instrucciones se expresan en código binario. Están codificadas en binario como cadenas de ceros y unos. Esta característica provoca que un programa en lenguaje máquina sea difícil de entender y, como consecuencia, difícil de modificar.

Los datos se referencian por medio de las direcciones de memoria donde se encuentran (no aparecen nombres de variables o de constantes).

Las instrucciones realizan operaciones muy simples. El programador debe ingeniárselas para expresar cada una de las operaciones que desea realizar en términos de las instrucciones elementales de las que dispone.

Hay muy poca versatilidad para la redacción de las instrucciones, puesto que tienen un formato rígido en lo que respecta a la posición de los distintos campos (código de operación seguido de los campos dedicados a los operandos).

El lenguaje máquina depende y está íntimamente relacionado con la CPU de cada ordenador. Por este motivo, los programas en lenguaje máquina no son transferibles de un modelo de ordenador a otro. Un programa en lenguaje máquina sólo se puede ejecutar en el procesador para el que está destinado.

En un programa en lenguaje máquina no pueden incluirse comentarios que faciliten su legibilidad y el posterior mantenimiento por parte del mismo programador u otros.

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