El gráfico
interactivo es un recurso muy útil para localizar, situar y contextualizar
diferentes elementos que, normalmente, son el objeto de la acción
formativa.
Además, en algunos casos el
gráfico actúa como herramienta de contraste y comparación
entre estos elementos.
La información que proporciona
un gráfico interactivo puede transmitirse con textos, sonido, imágenes
estáticas o animadas y vídeo.
Gracias a la interactividad que el
gráfico le permite, el usuario se interrelaciona directamente con
la aplicación para obtener –según su actuación– uno
u otro feedback. Para ello hace falta ser coherente a la hora de diseñar
un gráfico interactivo y facilitar la tarea de navegación
del usuario dando siempre las indicaciones adecuadas de cómo hacerlo.