Se puede definir el sector como el conjunto de empresas que ofrecen servicios o productos competitivos entre sí.

En el análisis sectorial es necesario conocer los factores que determinan el nivel de competencia del negocio con respecto a las empresas del sector.

El conocimiento de la estructura del sector permite hacer predicciones sobre las dificultades futuras del negocio y su rentabilidad/riesgo a medio plazo.

La estructura del sector se compone, fundamentalmente, de tres elementos:

Las fuerzas competitivas

Según el modelo de las cinco fuerzas de M. Porter, la estructura básica de un sector se establece por los siguientes elementos:

• intensidad de la rivalidad entre competidores actuales;


• amenaza de la entrada de nuevos competidores;


• presión de los productos o servicios sustitutivos;


• poder negociador de los clientes;


• poder negociador de los proveedores.

La concentración y el tamaño del sector

La importancia del sector en el país, así como la fragmentación y el número de empresas que lo componen.

El grado de madurez del sector

De la misma forma que los productos de los sectores, tiene un ciclo de vida que adopta la forma de "S".