Definiciones y evolución de la edición digital y multimedia – Hipertexto
 

 Orígenes del hipertexto

En 1960, Theodor Nelson empezó a trabajar en el proyecto Xanadu. Se inició como un proyecto de posgrado dedicado a la aplicación de la informática a las ciencias sociales. El nombre de Xanadu le fue dado por el poema Kubla Khan (1798) de Samuel Taylor Coleridge . En sus inicios, el objetivo del proyecto era almacenar toda la información mundial en un sistema en línea que, para facilitar su recuperación, utilizara un sistema de hipertextos. En cierta forma, Xanadu pretendía objetivos similares a los de la Encyclopédie de Diderot y D'Alembert, pero aprovechando los recursos ofrecidos por las tecnologías digitales de la información.

El Xanadu de T. Nelson no fue el primer sistema hipertextual. Las líneas de investigación sobre la gestión y la recuperación de la información que años antes habían desarrollado Vannevar Bush y, posteriormente, Douglas Engelbart, sentaron las bases para la creación de Xanadu.

Ya en 1945, V. Bush ideó un sistema teórico llamado MEMEX (MEMory EXtender System o Sistema de Extensión de la Memoria). El propio V. Bush lo describía como:

Cita de autor


    «Una máquina en la que un individuo puede almacenar su información, libros, datos, etc., y que está mecanizada de forma que se pueda consultar con rapidez y flexibilidad. Un memex funciona a modo de suplemento de la memoria».

    (As we may think, de Vannevar Bush, publicado por primera vez en Atlantic Monthly en julio de 1945)


El MEMEX nunca llegó a construirse físicamente, aunque en su concepción V. Bush estableció las bases de una nueva textualidad utilizando conceptos como nexo, conexión, trayectos o trama.

Siguiendo las ideas de V. Bush, D. Engelbart definió en 1963 un sistema al que llamó NLS (oN Line System). El NLS puede considerarse el primer sistema de hipertexto. Asimismo, el trabajo de D. Engelbart dio lugar al desarrollo de características que actualmente son básicas en los sistemas informáticos, como, por ejemplo, el tratamiento de textos, el correo electrónico o el uso del ratón y de las ventanas en los sistemas operativos. El NLS, que empezó como un proyecto experimental para cubrir las necesidades que generaba el trabajo de investigación en equipo, permitía generar e intercambiar documentos electrónicos, colaborar con otros interactores en el desarrollo de la documentación y construir jerarquías de información.

Ampliación

 Definición de hipertexto

En la década de 1960, T. Nelson acuñó el término de hipertexto y lo definió como «escritura no secuencial».

Cita de autor


    Por hipertexto entiendo escritura no secuencial. La escritura tradicional es secuencial por dos razones. Primero, se deriva del discurso hablado, que es secuencial, y segundo, porque los libros están escritos para leerse de forma secuencial. Sin embargo, las estructuras de las ideas no son lineales. Están interrelacionadas en múltiples direcciones. Y cuando escribimos siempre tratamos de relacionar las cosas de forma no secuencial. (Caridad y Moscoso, 1991, 27. A partir de Theodor H. Nelson: Computer Lib/Dream Machines, 1974, p. DM 29).

    Caridad, M.; Moscoso, P. (1991). Los sistemas de hipertexto e hipermedios. Una aplicación en informática documental. Madrid: Pirámide.


Una información está organizada de una manera lineal o secuencial cuando no necesita referencias a sí misma o a informaciones externas para ser recuperada de manera completa. Tradicionalmente, ésta ha sido la manera de almacenar, transmitir y organizar la información. La secuencialidad viene impuesta por la propia naturaleza de la percepción humana y de las tecnologías de transmisión de la información que se han creado a lo largo de la historia: desde el propio lenguaje hasta la imprenta son medios de transmisión de información lineales. Aunque en el texto impreso ciertos elementos como las notas a pie de página, las referencias bibliográficas o, incluso, las imágenes que acompañan al propio texto pueden romper esta secuencialidad, remitiendo al lector a otras partes de la información relacionadas, éste es predominantemente lineal.


El hipertexto, al ser una «escritura no secuencial», supone una organización de la información basada en el establecimiento de relaciones entre las diferentes partes de la misma. Estas relaciones se conocen como enlaces y las piezas de información que se relacionan entre sí se denominan nodos.


Los hipertextos son documentos puramente textuales, interrelacionados entre sí. Mediante enlaces, las palabras, frases o documentos que integran un hipertexto pueden remitir a otras partes de información del mismo o de otros documentos, de una manera más o menos inmediata.

 Características del hipertexto


Las características más destacables del hipertexto sobre el texto lineal son la posibilidad de hacer participar al lector (ya sea como autor de nuevos contenidos o como «reordenador» de la secuencia discursiva) y la existencia de interrelaciones entre los documentos.

Para poder profundizar más en el concepto de hipertexto, debemos remitirnos a la distinción que hace Liestøl (1997, 135) entre recurso y entorno hipertextual. Así, el autor describe recurso hipertextual como aquél que permite al interactor «leer, copiar y navegar por una gran base de datos con enlaces hipertextuales, pero la información permanece fija; no pueden añadirse nuevos documentos y la relación estructural del material ya viene dada». El mismo autor entiende por entorno hipertextual aquél donde el interactor «que lee no interacciona desde el exterior sino desde dentro, añadiendo documentos y enlaces, lo que modifica la estructura y los contenidos del sistema» (1997, 135). Se trataría de una dicotomía entre el hipertexto explorativo y el constructivo.

 
Fuente bibliográfica

Ejemplo


    El lenguaje HTML, utilizado para crear páginas web, no permite añadir notas, textos, imágenes o enlaces a un nodo ni crear nodos de una manera rápida y directa mientras se lee el documento. Así, pues, las estructuras resultantes pueden considerarse como un recurso hipertextual y no como un auténtico entorno hipertextual.


Por tanto, en algunos casos, el lector de hipertextos puede convertirse en escritor, en co-autor de los documentos hipertextuales. El grado de autoría puede variar: el lector puede escribir nuevos nodos, modificar los existentes (entorno hipertextual) o participar como reordenador de la secuencia discursiva (recurso hipertextual).

Cita de autor


    Landow (1997, 31) afirma que «la particular importancia de la textualidad en red (...) se manifiesta cuando la tecnología convierte a los lectores en lectores-escritores o lectautores» (en el original, en inglés, el autor habla de wreaders, fusionando los términos writer [escritor] y reader [lector]).

    Landow, George P. (1997). Teoría del hipertexto. Barcelona: Paidós.


 





Fuente bibliográfica



Actividad

Otra de las características del hipertexto es que, al romper la linealidad del discurso del texto escrito, se acerca más a la estructura del pensamiento humano. Así lo manifiestan Caridad y Moscoso (1991, 35): «un sistema de hipertexto puede asemejarse más a la estructura del pensamiento humano creando una red de nudos (nodos) y enlaces que permite al usuario desplazarse a través del sistema de forma multidimensional», es decir, sin estar sometido a la forma lineal del discurso textual.

El diseñador del hipertexto deberá tener en cuenta el orden lógico de lectura para priorizar y disponer los enlaces. Aunque la lectura de un hipertexto se caracterice por sus múltiples posibilidades (lectura no lineal), el orden lógico de lectura prevalece y el interactor comenzará a leer el hipertexto desde la línea superior a la inferior y de izquierda a derecha.

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