Producción de imágenes – Conceptos previos – La tipografía
 
 

 El texto como elemento gráfico

Los diseñadores saben que los tipos de letra empleados al redactar un texto pueden tener una importancia muy relevante en el diseño gráfico de cualquier producción: Los colores, los tamaños, la separación entre líneas o las familias de letra empleadas pueden actuar con funciones gráficas que, junto con el resto de elementos, configuren el aspecto estético de un documento.

Además de estas características que hacen que el texto pueda tener connotaciones gráficas, en ocasiones, el editor digital debe convertir la información textual en información gráfica. De esta forma, en lugar de trabajar sobre un fichero de texto se trabaja sobre un fichero gráfico, con todas sus ventajas e inconvenientes.

Para aclarar este concepto, veamos algunos ejemplos de cuándo es necesario hacerlo:

  1. Existen recursos tipográficos, concebidos y aplicados en la edición tradicional, que tratan el texto como una imagen. Para simular estos recursos en la edición digital también deberemos convertir el texto a imagen. Un caso práctico de este tipo de recursos son las letras capitulares (un recurso que ya se empleaba en los antiguos manuscritos medievales). Muchos programas de edición de texto permiten la inserción de iniciales capitulares, No obstante, las características de las letras capitulares que ofrecen estos programas se ciñen a las características de la tipografía que estemos empleando. Si necesitamos que la letra sea más "espectacular", podemos crear una imagen con la letra y modificarla con las herramientas que ofrecen los programas de tratamiento de imagen. De esta forma, el texto, para el editor, deja de ser texto para convertirse en una imagen, con todas las características de un gráfico.

  2. Los logotipos son un claro ejemplo del tratamiento textual como elemento puramente gráfico. Los editores, incluso en la edición tradicional, los tratan como imágenes. También en la edición digital los logotipos son recursos gráficos, aun cuando estén formados sólo por texto.

  3. Algunos soportes presentan limitaciones en el uso de tipografías. Al diseñar una página web, por ejemplo, debemos limitarnos a incluir la información textual empleando familias de letras estándar para evitar que el futuro usuario tenga problemas de visualización. Si se requiere emplear un tipo de letra específico, se crea una imagen con el texto correspondiente y se incluye en la web como imagen. Esta opción suele reservarse a títulos o destacados ya que si se emplease en la totalidad del texto, el peso de la página resultante sería muy grande. El usuario lo percibirá como un texto aunque para el editor sea una imagen.

Las ventajas de convertir un texto en imagen son evidentes: podemos aplicar las posibilidades de la edición de imágenes sobre el texto. Pero hay que tener en cuenta que esto supone ciertas desventajas. El texto pierde su naturaleza textual por lo que no es posible editarlo como tal (si por ejemplo detectamos una falta de ortografía, necesitaremos un programa de tratamiento de imágenes para arreglarla). Además, el peso de un fichero gráfico es superior al de un texto, con lo que se requerirá de más espacio de almacenamiento y, en el caso de Internet, de mayor ancho de banda para su transmisión.

 Limitaciones en el uso de tipografías

Normalmente, al aplicar recursos tipográficos a una producción digital, el documento guarda información del tipo de letra utilizado y no la fuente en sí. De esta forma, si el sistema del usuario dispone de la fuente empleada, los contenidos se mostrarán exactamente como el editor los concibió. En caso contrario, el sistema recurrirá a otra tipografía para mostrar el texto, lo que puede llevar a que el documento que vea el usuario aparezca totalmente desconfigurado, alejado del diseño original.

Para evitar cualquier problema de este tipo es importante asegurarse que el sistema en que se verá una aplicación disponga de los tipos de letra correspondientes. Para ello, podemos emplear fuentes estándar (arial, times…) o, en el caso de que sea posible, incluir en la producción las tipografías utilizadas para que el sistema disponga de ellas. La tercera opción es convertir el texto a imagen.

Texto complementario


    Algunas aplicaciones permiten la creación de documentos cuya apariencia no varía en función de la máquina donde se visualice. El formato PDF, de Acrobat, por ejemplo, es uno de ellos.


Actividad


    Internet es un soporte con grandes limitaciones en el ámbito tipográfico. Un diseñador novel podría estar horas maquetando un documento HTML con una fuente no estándar y crear una página web que la mayor parte de los internautas no verían correctamente.

    Leed el artículo "Internet y la tipografía" y comentad en el espacio de debate cual de las 5 soluciones aportadas os parece más adecuada.


 
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