La interdependencia mundial y las desigualdades

La globalización de la economía no ha venido acompañada de la igualdad de oportunidades y la garantía de un reparto equitativo de la riqueza.

 

En este sistema, se ha establecido una jerarquía de países en el funcionamiento general y se ha tendido a una especialización espacial del trabajo, promovido por la gestión de las grandes multinacionales. Las diferentes regiones mundiales se han especializado en función de la calidad y la cantidad de los medios de producción, el grado de tecnificación y la calificación de la mano de obra. En función de estas características, se determinan tres grupos de países: centro, periferia y semiperiferia.

 

 

Por lo tanto, los flujos de mercancías, capitales e información se dan de acuerdo con esta jerarquía:

  • El centro está formado por los países más desarrollados: los Estados Unidos, la Europa Occidental y Japón. Este grupo de países tienen un PIB per cápita elevado (con rentas medias-altas), un nivel educativo alto, una tecnología propia muy avanzada, un sistema de producción diversificado, una red de comunicaciones excelente y una larga tradición comercial con todo el mundo. Son los países que poseen unos medios de producción de alta tecnología, son los responsables de las grandes inversiones de capital a escala nacional e internacional y controlan el mercado mundial. Suelen ser los países que concentran los grandes centros de gestión de la economía mundial y las sedes de las grandes multinacionales. Este grupo de países centrales dominan también las organizaciones internacionales y ocupan las posiciones más elevadas en el ranking de IDH establecido por las Naciones Unidas.

  • La periferia está formada por los países menos desarrollados en los que actúan los procesos que originan dependencia. Son países con unas rentas medias relativamente bajas, un sistema de producción poco diversificado, con un número de profesionales cualificados escaso y con una agricultura de rendimientos bajos. Disponen de medios de producción de escasa tecnología, poca inversión de capital y una débil representación en el comercio y en las instituciones internacionales.

  • El tercer grupo lo constituyen los países que se pueden denominar semiperiferia: se desarrollan procesos vinculados con los dos espacios anteriormente descritos y participan de los flujos entre ambos. Se caracterizan por un nivel de desarrollo económico intermedio condicionado por factores de carácter político y sociocultural. Suelen participar en los procesos productivos de los países centrales, incluso se pueden localizar en ellos sucursales y centros subsidiarios de gestión y control de las grandes empresas multinacionales, así como de suministro de materias primas o productos semielaborados de los países periféricos. Muchos de estos países han emprendido sus propios procesos de crecimiento económico para convertirse en verdaderas potencias emergentes.

 

Los Estados centrales, directamente o por medio de las grandes empresas transnacionales, producen un flujo intenso hacia los países de la periferia: conceden créditos, ceden patentes, establecen sociedades filiales, controlan explotaciones y cadenas de distribución y venden toda clase de productos. Los Estados periféricos suministran al centro materias primas, productos artesanales, lugares de recreo y turismo, productos agrícolas o pesqueros, entre otros.

 

La desigualdad de los intercambios consolida las relaciones de dependencia de la periferia con respecto al centro. Sin embargo, las relaciones centro-periferia se caracterizan por el dinamismo: antiguos países periféricos o semiperiféricos pueden iniciar un proceso de desarrollo rápido y pasar a convertirse en centros regionales (los países del sudeste asiático, por ejemplo).

 

Flujos del comercio internacional

Fuente: Kalipedia sobre datos del atlas de Le Monde Diplomatique

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