El poblamiento es escaso en estas zonas y se concentra en los núcleos pequeños de los valles. Suelen ser terrenos muy parcelados
y separados por vallas. Las actividades agropecuarias y silvícolas acumulan la mayor parte de la actividad agraria: tierras
de pasto, huertas y cultivos en el fondo del valle, bosques en las vertientes de las montañas y prados de alta montaña. La
explotación forestal se basa en el aprovechamiento de hayas y castaños. Hay ganadería ovina y bovina extensiva, que en algunas
zonas mantiene la trashumancia estacional. Toda la actividad agraria se mantiene gracias a las ayudas comunitarias.
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