La netiqueta

En 1995, en plena prehistoria de Internet, la directiva de Intel Sally Hambridge ya intentó plasmar en un documento técnico el primer protocolo de buenas prácticas en el uso de la Red. Su iniciativa ha ido evolucionando en un sinfín de recomendaciones que, sin llegar a cristalizar en códigos de conducta, constituyen un auténtico manual del buen uso de los canales digitales de comunicación.

Se conocen popularmente con el nombre de netiquette (o netiqueta en su versión castellanizada), que ha surgido a partir de conjuntar el término francés etiquette (buena educación) con el vocablo inglés net (red). Sin que necesariamente debamos considerarla y asumirla como una normativa cerrada de comportamiento, la evolución de la netiqueta nos proporciona recomendaciones a tener muy en cuenta para aprovechar al máximo las potencialidades comunicativas de los canales digitales a partir del sentido común y las convenciones sociales que los humanos ya habíamos ido desarrollando antes del surgimiento y el desarrollo de Internet. En síntesis, la netiqueta nos aconseja lo siguiente:

Bibliografía

Bibliografía

  • Los mensajes de correo electrónico deben ser concisos y breves: conviene recordar que es más difícil leer en una pantalla que en papel.

  • La presentación es importante: escribir en mayúsculas, por ejemplo, da impresión de gritar.

  • Igual que en el mundo presencial, es recomendable no ser grosero.

  • El tema del mensaje es imprescindible: hace a nuestro interlocutor más fácil el catalogar, priorizar y leer el correo.

  • Cuando se envía un mismo correo a muchas personas, es mejor ocultarlos escribiendo sus direcciones en el campo BCC-CCO y poniendo la dirección propia en TO-Para.

  • Conviene organizar las ideas y pensar bien qué se va a escribir. Tal vez os sirva hacer un borrador antes. También es bueno corregir la ortografía.

  • Privacidad: el correo que se envía es público y permanente. No digáis nada por correo de lo que no queréis que quede constancia por escrito ni de lo que otros se enteren.

 
  • Mejor no participar en cadenas de mensajes.

  • Cuidado con los archivos adjuntos: si adjuntáis demasiados ficheros o son muy grandes tardan bastante en ser transmitidos por la Red y hacen más difícil su recepción por parte del destinatario. Por lo general se recomienda que, si el archivo adjunto supera los 500 kb, pidáis permiso para enviarlo.

  • La firma de todos los mensajes es más que recomendable: acredita nuestra personalidad, avala el contenido y marca la finalización del contenido de la misiva electrónica. Es tanto más imprescindible cuando intercambiamos mensajes relacionados con el trabajo o los estudios.

Contenido compl.

Contenido compl.

Con recomendaciones más o menos vigentes a través de la evolución de Internet, la netiqueta nos recuerda la clave fundamental de la comunicación en red: formamos parte de un conjunto de personas interrelacionadas electrónicamente. Por lo tanto, cuanto más cívicas sean nuestras acciones individuales en la Red, mejor contribuiremos a la convivencia en sus distintos ámbitos sociales y más nos beneficiaremos individualmente de ello como uno más de sus miembros.

 
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