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Arquitectura distribuida

La topología de Internet se caracteriza por ser reticular y, al estar asentada sobre el protocolo TCP/IP, posee un carácter distribuido. Las arquitecturas de este tipo representan el mayor grado de descentralización posible, puesto que no disponen de centros. A diferencia de otras redes centralizadas o descentralizadas, el carácter distribuido de Internet, a efectos de la transmisión de información, implica que los mensajes no siguen rutas predeterminadas y cualquier usuario, con acceso a algún nodo del sistema, puede actuar indistintamente como emisor o receptor de la información.

La situación de paridad entre los nodos conectados que engendra una topología en red distribuida, representa un cambio mayúsculo con respecto al paradigma centralizado de la comunicación de masas, en el que unos pocos disponen de los medios necesarios para publicar, y la inmensa mayoría sólo puede ejercer el papel de receptor. Internet da lugar al nacimiento de un nuevo modelo comunicativo:

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Citació

" La tecnología digital ha alterado el modelo tradicional de uno para muchos; en su lugar, los integrantes de la audiencia tradicional están comenzando a ser productores, así como consumidores de información, y un nuevo modelo comunicativo de muchos para muchos ha emergido."

Lapham, C. " The Evolution of the Newspaper of the Future", CMC Magazine (1 julio, 1995). <http://metalab.unc.edu/cmc/mag/1995/jul/lapham.html>.



Bibliografía sugerida
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Sin embargo, la actualización del potencial de comunicación descentralizada en un sistema distribuido depende de factores sociales, políticos y económicos que conforman el contexto de aplicación de la tecnología. Es decir, la capacidad de los distintos nodos para actuar como emisores o receptores de la información no implica que esta descentralización, necesariamente, se manifieste en los flujos comunicativos que se dan en las capas superiores de las aplicaciones de Internet. Aunque la web fue ideada por Berners-Lee como un instrumento para la colaboración a través del conocimiento compartido y, por lo tanto, se presuponía la facilidad para editar la información a la que se accedía y no sólo para consultarla, la práctica ha demostrado que la web se ha convertido, según Jackson, en " una extensión del modo de comunicación basado en la presentación, como los discursos públicos, la radiodifusión televisiva, un boletín informativo o un anuncio".

La reciprocidad de los flujos de información a nivel del protocolo TCP/IP, que permite imaginar una red en la que todos los nodos potencialmente se comunican con todos, queda superada por la implementación de hecho en el nivel de la aplicación web de repositorios de información para ser consultados, constituyendo de esta manera flujos informativos típicos de la comunicación de masas (punto-multipunto). No obstante, el potencial del medio sigue estando latente y emerge en forma de nuevos modelos comunicativos que retan a la prensa y la fuerzan a replantearse la continuidad de su modelo tradicional. Para simbolizar este potencial se repetirá hasta la saciedad, el aforismo de McLuhan: " el medio es el mensaje".

Citació

" (…) es el medio el que da forma y controla la escala y forma de las acciones y asociaciones humanas. El contenido o los usos de dichos medios son muy diversos, pero no tienen mucha influencia en la formación de asociaciones humanas. En realidad, es bastante típico que el " contenido" de cualquier medio nos impida ver las características del medio".

McLuhan, M. (1997). Understanding Media: The Extensions of Man, MIT Press (pág. 9). Cambridge: Massachusetts.

Otras aplicaciones de Internet distintas de la web reflejan la no linealidad del protocolo básico TCP/IP de una manera más fiel y, por lo tanto, introducen un cambio cualitativo mayor que la web. El correo electrónico, el chat, los foros o los grupos de noticias reflejan perfectamente el carácter descentralizado de la Red a nivel de flujos comunicativos y no sólo de transmisión de datos. La utilización de estas aplicaciones combinadas con los sitios web posibilita, en cierta medida, la descentralización y los flujos informativos paralelos. De hecho, la integración de estas aplicaciones en las ediciones en línea de los medios de comunicación tradicionales será la más problemática.

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