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Introducción
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¿Cuál es el origen de Internet?
En muchas ocasiones se asocia el origen de Internet con el
Departamento de Defensa de Estados Unidos y sus precauciones ante un eventual ataque
nuclear de la URSS. Según esta hipótesis, Internet se creó como una red descentralizada
que permitiría la comunicación entre los mandos del ejército aun después de haber
sufrido severos daños en las infraestructuras de comunicación. Ante los centros únicos
de información o las comunicaciones en línea como el teléfono, que podían quedar
inutilizados con un certero misil, la comunicación en red mediante paquetes de
información se mostraba como una estructura mucho más difícil de eliminar.
Es cierto que fue una agencia del Departamento de Defensa (ARPA, Agencia de Proyectos
de Investigación Avanzada) quien puso en marcha los proyectos de redes de comunicación
entre ordenadores, que estos proyectos se sufragaron con presupuesto militar, que uno de
los aspectos interesantes de estas redes era, tal y como mostró el ingeniero Paul Baran,
la posibilidad de mantener las comunicaciones elementales después de un ataque enemigo, y
que el revulsivo para iniciar las investigaciones fue la puesta en órbita por parte de la
URSS del Sputnik.
Ahora bien, el resto de la investigación, las actividades y los objetivos que se
fijaron los pioneros de Internet ni tuvieron una finalidad militar ni fueron llevados a
cabo por militares.
Se considera que el nacimiento de Internet viene marcado por el desarrollo del
protocolo universal TCP/IP. Las primeras versiones de este protocolo datan de 1978 y en
1981 se tiene una versión definitiva. Esta investigación se lleva a cabo en el marco de
los trabajos promovidos por Arpanet, la red creada por el Departamento de Defensa, pero
sus investigadores trabajan sobre la base de "cómo conectar personas", no sobre
la reacción ante ataques militares.
En este sentido, es interesante saber qué dicen algunos de los pioneros y otros
observadores que vivieron de cerca todo el proceso.
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La visión de Michael Dertouzos Michael
Dertouzos, director del Laboratorio de Informática del Instituto Tecnológico de
Massachusetts, explica que J.C.R. Licklider, considerado el padre de Arpanet, "tenía
una visión más amplia" que el objetivo para el que fue creado ARPA, la aplicación
de la informática a la seguridad nacional. Dertouzos dice que el pensamiento de Licklider
era "revolucionario y, para muchos, disparatado". ARPA, según Dertouzos,
realizó otras importantísimas contribuciones a la informática: el tiempo compartido,
las redes informáticas, lenguajes de programación como Lisp, sistemas operativos como
Multics (predecesor de Unix), la memoria virtual, los sistemas de ordenadores
distribuidos, etc.
Según Dertouzos, a mediados de los años 70 sólo estaban conectados a Arpanet unos
pocos establecimientos militares y alrededor de veinte universidades. Y se fue generando
un proceso no previsto. "Afortunadamente, una vez más las consecuencias no
planificadas de la innovación aseguraron el progreso: pronto estábamos intercambiando
correo electrónico y transfiriendo textos y programas técnicos con toda libertad y gran
rapidez con miles de colegas situados a kilómetros de distancia".
Esto ya apunta a un predominio del medio académico y científico sobre el militar.
Pero Dertouzos señala además que Arpanet permitió que se conectaran gratuitamente a sus
máquinas personas ajenas a las tareas de investigación científica, a las que
denominaban "turistas". Estos "turistas" se contaban por miles.
Dertouzos, que era entonces director de un importante laboratorio de investigación,
temía que esto les causara problemas, como así fue. Varios políticos se quejaron de que
los presupuestos de ARPA se utilizaran en estos menesteres. Y llegaron las presiones. Pero
todo siguió adelante sin trabas... hasta los años 90. Pero para 1983 los militares ya
habían abandonado Arpanet.
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La visión de Christian Huitema Christian
Huitema fue presidente del Internet Architecture Board (IAB), el organismo que supervisa
la evolución tecnológica de Internet. Huitema dice:
"Una leyenda tenaz y oscurantista pretende que Internet tendría su origen en
investigaciones militares norteamericanas, que fue diseñada al principio como una red
militar. Asustados por la idea de que una sola bomba atómica bien colocada, que
destruyera el cuartel general, hubiera podido desmantelar su ejército, estos militares
habrían suscitado la implementación de una red hiperresistente totalmente
descentralizada. Esta técnica se habría visto poblada en seguida por todo tipo de bases
y cuarteles, para conquistar con Internet el mundo. Es una bonita leyenda, aunque no
exacta.
"La realidad es mucho más pacífica. Al principio de Internet, se encuentran
realmente investigaciones iniciadas en 1969 por el departamento de 'proyectos avanzados'
del ejército norteamericano, que se llamaba entonces Arpa y se llama actualmente Darpa.
Sin embargo, no se trataba de desarrollar una red que enlazara centros de mando o
estaciones de radar, sino más simplemente de enlazar ordenadores de investigación".
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La visión de Andrew L. Shapiro Andrew
L. Shapiro es de la misma opinión que Huitema. Shapiro es director del Internet Policy
Project del Instituto Aspen y es uno de los promotores del movimiento tecnorrealista. En
el libro citado dice:
"En los años 60 y 70, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del
Departamento de Defensa creó una red informática para permitir que los investigadores en
asuntos de defensa dispersos por las universidades compartieran recursos informáticos. (En
contra de la opinión común, los orígenes de Internet estuvieron vinculados
principalmente a la investigación y no tenían como finalidad la supervivencia de las
comunicaciones de EEUU frente a un ataque nuclear soviético, aunque ese fue un evidente
beneficio de la red descentralizada)".
Shapiro continúa explicando cómo los investigadores de Arpanet "utilizaron la
red más para intercambiar correo electrónico que para compartir datos y recursos
informáticos". O sea, que los investigadores se desviaron de los objetivos
primigenios del proyecto y marcaron, así, con su propia dinámica, las características
de la futura Internet.
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La visión de Ronda y Michael Hauben Ronda
y Michael Hauben examinan, por ejemplo, la labor de Licklider, quien consideraba que la
conexión a las redes informáticas no era un privilegio, sino un derecho. Según los
Hauben, ARPA financió una investigación sobre la interconexión de sistemas
informáticos que dio origen a Arpanet. "ARPANET fue necesaria porque se descubrió
que la conexión de datos a través de las líneas telefónicas existentes era demasiado
lenta y poco fiable para hacer una conexión útil".
En otro punto dicen: "Muchos de los entrevistados por el Instituto Charles Babbage
dijeron que el dinero de ARPA fue entregado bajo la dirección de Licklider para promover
una investigación que fuera útil a la sociedad en general y sólo secundariamente, al
ejército".
Entre las muchas citas de Licklider y de Robert Taylor, sucesor de Licklider en la
dirección de la oficina de ARPA no hay forma de encontrar conceptos militares. En cambio
sí se encuentran visiones anticipadas de una federación libre de redes interconectadas,
por donde fluyera la comunicación horizontal y no vigilada ni mediada, que la gente
utilizara para sus propias necesidades y para compartir conocimientos.
Por eso Licklider aceptó el encargo del Departamento de Defensa con la condición de
que se le permitiera implementar la visión de una red informática interactiva y de
tiempo compartido. Ahora tal vez sea difícil calibrarlo, pero el pensamiento de Licklider
era entonces absolutamente revolucionario. Los Hauben escriben: "ARPA fue formada
para financiar la investigación básica y no estuvo orientada hacia productos
militares". Y documentan cómo Licklider modificó la forma de operar de la
investigación bajo el Departamento de Defensa.
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La visión de Javier Villate. Javier
Villate es una de las personas que ha estudiado más a fondo en España los orígenes y el
presente de Internet, desde un punto de vista social. Según Villate, "Arpanet y
después Internet se desarrollaron en un entorno ajeno a las consideraciones comerciales y
lucrativas, un entorno que apoyó la investigación. Licklider se desentendió de los
habituales contratistas privados del ejército, porque, según decía, no se movían en la
dirección que a él le interesaba. El recurrió a centros informáticos académicos...,
donde se reclutaron los primeros usuarios de Arpanet, aquellos investigadores que le
sacaron chispas al correo electrónico y desarrollaron una nueva forma de comunicación,
crearon el protocolo TCP/IP y sentaron las bases de lo que fue Internet. Ellos fueron los
responsables de que el ordenador fuera visto y utilizado, por primera vez, como un
dispositivo de comunicación, y no como una máquina de cálculos matemáticos.
"Los investigadores de ARPA aceptaron la idea de Licklider de crear una "red
intergaláctica" que conectara a personas. Esto, que ahora parece algo
evidente, en aquellos años era algo revolucionario. Esta visión, que marcó el
desarrollo inicial -y subsiguiente- de Internet tuvo que pelear contra la concepción
dominante entonces en la industria, que pensaba que el ordenador era una potente máquina
calculadora, no un dispositivo para la comunicación humana. Y, obvio es decirlo, los
militares tenían la misma concepción que los industriales.
"Licklider y sus colaboradores pusieron todo eso patas arriba e hicieron su propio
camino. ¿Con el dinero del Pentágono? Pues sí, con el dinero del Pentágono. ¿Con las
ideas del Pentágono? Pues no, con ideas nuevas y revolucionarias. ¿En cooperación con
la industria privada? No, en cooperación con universidades e investigadores
universitarios. ¿Con ánimo de lucro, propio del complejo militar-industrial? No, sin
ningún ánimo de lucro y al margen de consideraciones comerciales.
¿Cómo fue posible todo esto? Pues porque el Pentágono decidió financiar este
proyecto experimental que fue ARPANET y Licklider decidió llevarlo adelante
con la visión citada. Si existe alguna paradoja, está aquí y no en otro sitio."
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