¿Cómo aprende un adulto?

Existe la tendencia errónea de querer aplicar la misma metodología en la formación de personas adultas que en la enseñanza escolar o secundaria. No obstante , hay diferencias esenciales entre cómo aprende un adulto y cómo aprende un niño o adolescente. Estas diferencias

tienen que ver con. . .

. . . el dominio de habilidades y estrategias de aprendizaje;

. . . la motivación y los intereses personales;

. . . la maduración psicológica;

. . . las características fisiológicas del cerebro;

. . . su situación personal, la disponibilidad que tenga y las condiciones en que se encuentre;

. . . su nivel de autoestima.

Así pues, para poner a una persona adulta ante una situación de aprendizaje

hay que tener en cuenta que. . .

. . . puede hacer mucho tiempo que no realiza ninguna acción formativa. Tendrá, pues, dificultades derivadas de la falta de recursos, habilidades y estrategias para aprender, y de la falta de hábitos de estudio establecidos;

. . . busca la utilidad y la aplicación práctica de la formación. Si tiene la sensación de que aquello que aprende no le sirve, se desmotivará, desviará su interés y dejará de aprender;

. . . realiza la formación en condiciones difíciles, con cansancio, con preocupaciones laborales y familiares, etc. La formación no es el aspecto principal de su vida;

. . . puede tener un nivel bajo de autoestima, sintiéndose poco valorado y creyéndose poco capacitado para llevar a cabo la formación.

Por lo tanto. . .

. . . hay que aprender a desaprender ayudándole a establecer nuevas estrategias de aprendizaje y dotarle de aquellas habilidades y técnicas de estudio necesarias que le ayuden a organizar y construir su aprendizaje;

. . . hay que establecer muy claramente cuáles son los objetivos que se quieren alcanzar;

. . . necesita combinar los aspectos teóricos con los prácticos, y relacionar lo abstracto con lo concreto y cotidiano;

. . . necesita establecer relaciones entre aquello que aprende y aquello con que trabaja;

. . . hay que establecer un clima de confianza y entendimiento;

. . . hay que valorar el hecho de formarse y el esfuerzo que esto implica;

. . . hay que premiar los éxitos y valorar los fracasos. Hay que estimular y motivar.

Recuerda. . .


La formación no es el aspecto principal de la vida de un adulto.
La persona adulta busca la aplicabilidad práctica de la formación.
La formación implica querer aprender, poder aprender y saber aprender.