¿Cómo hago la formación? Planificación de la acción formativa
Dentro de la planificación de la acción formativa, hay que establecer cómo entran en juego todos los elementos que participan en la acción formativa. Así pues, de su correcta puesta en escena dependerá el éxito de la formación.
Para
organizar adecuadamente todos estos elementos hay que:
1. Valorar las características del grupo. Esta valoración afecta tanto a su nivel inicial de capacitación como a las características personales de cada uno de sus miembros. Se recomienda realizar una evaluación inicial. Los resultados de esta evaluación serán útiles para establecer estrategias, plantear actividades y controlar cuáles son las ideas previas sobre las que los miembros del grupo construirán su aprendizaje.
2. Tener claros los objetivos. Hay que valorar si los objetivos de la acción formativa son adecuados al nivel de capacitación del grupo. Si no es así, los participantes tendrán que adquirir las ideas previas necesarias donde asentar sus nuevos aprendizajes. Estas ideas previas se tendrán que considerar como objetivos suplementarios. A partir de los objetivos de aprendizaje habrá unos contenidos y unos objetivos que habrá que realizar.
3. Establecer una secuencia lógica de aprendizaje. Muchas veces hay que alcanzar objetivos para continuar avanzando en la obtención de otros. Por eso, hay que organizar la acción formativa según el orden lógico de aprendizaje de los objetivos por alcanzar y los contenidos que trabajar.
4. Programar la acción formativa. Siguiendo la secuencia lógica de aprendizaje, programar la acción formativa guardando siempre el paralelismo siguiente: objetivo / contenido / actividad. Por cada objetivo hay un contenido que trabajar, y una metodología que hay que aplicar para su consecución (técnicas, recursos, estrategias).
5. Temporalizar la acción formativa. En formación presencial, esta programación será la base del trabajo dentro del aula. Habrá que temporalizarla y organizarla teniendo en cuenta el número y la duración de las sesiones. En cambio, en formación no presencial la programación puede ser la base de una guía didáctica. En cualquier caso, es importante que su esructura se ajuste al ejemplo siguiente:
Objetivo |
Contenido/s |
Actividad/s |
Tiempo |
Valorar la importancia clínica de las interacciones farmacológicas | Factores
que limitan la observación de una interacción en el plano clínico.
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Actividad
1:
Lectura del contenido
Actividad 2: Cuestionario abierto
Actividad 3: Estudio y discusión de casos clínicos
Actividad 4: A partir de casos, aplicación del algoritmo |
Actividad
1:
30'
Actividad 2: 1h
Actividad 3: 1h
Actividad 4: 1h |
Causas
de interacciones farmacológicas en ancianos
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Clasificación
de la importancia clínica de las interacciones farmacológicas
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Búsqueda de las interacciones farmacológicas utilizando un algoritmo |
6. Evaluación continuada.
Permite la reconducción y control del proceso de aprendizaje
tanto de manera global como individual. Puede realizarse a partir de evaluar
las actividades formativas como actividades de evaluación continuada.
Tiene un carácter formativo ya que da información
al participante sobre su proceso de aprendizaje.
7. Evaluación final. Sirve para evaluar la obtención de los objetivos de aprendizaje. Hay que pensar qué técnicas se utilizarán en función de la clase de objetivo que se va a evaluar (ved VIU ¿Han aprendido? Evaluación de contenidos).
8. Evaluación de la acción formativa. Sirve para evaluar la acción formativa por parte de los participantes: la organización, la impartición, la adecuación a sus expectativas, la metodología, el material, etc.(ved VIU ¿Lo he hecho bien? evaluación de la acción formativa).
Recuerda.
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Las características del grupo son básicas a la hora de planificar la acción formativa Es fundamental no perder de vista los objetivos de aprendizaje. Cualquier acción debe estar orientada hacia estos objetivos |