¿Lo he hecho bien? Evaluación de la acción formativa

La evaluación de la acción formativa es un elemento indispensable en el proceso de formación. Permite,

- comprobar que el proceso de planificación se ha hecho correctamente;

- comprobar la adecuación de los participantes;

- establecer los puntos fuertes y los puntos débiles de la acción formativa;

- obtener resultados que se puedan contrastar.

¿Cómo hecer la evaluación de la acción formativa?

La recomendación es realizar la evaluación por escrito ya que permite el análisis. Habitualmente se compone un cuestionario donde se reflejan los aspectos que se quieren evaluar. Este cuestionario puede tener la forma de:

- Preguntas abiertas. Pueden aportar mucha información, pero puede ser dispersa. El éxito de esta clase de preguntas consiste en su tratamiento ya que el análisis puede partir de subjetividad

- Preguntas cerradas. Se puede hacer una valoración cuantitativa o cualitativa. Permite obtener puntuaciones comparables. No obstante, se pierden matices de la valoración. También hay que tener en cuenta los estilos de respuesta de los participantes.

- Encuesta mixta. Permite hacer preguntas cerradas con la intención de tener datos comparables a la vez que se plantean situaciones abiertas que permiten a los participantes expresar con más comodidad su opinión.

¿Cuándo hacer la evaluación de la acción formativa?

- Al final de la acción. Una vez realizada la acción formativa, el participante tiene la visión global de todos los aspectos que le permite hacer la valoración con conocimiento de causa.

-Al inicio de la acción. Muy a menudo es conveniente hacer una primera valoración cuando se ha desarrollado un tercio de las sesiones. Esta valoración permitiría corregir disfunciones que se detectasen, en un momento en que algún aspecto negativo no sería crítico.

¿Qué evaluar?

Todos los aspectos que se relacionan con la acción formativa: formador, materiales, espacio, técnicas y recursos utilizados, adecuación a los objetivos…

Recorda. . .