Si clasificamos las compras por las motivaciones o las causas que generan las necesidades de adquirir un artículo, observamos los tipos siguientes:
Por punto de pedido:
Este tipo de compra se basa en la gestión tecnificada de los stocks, con los que se determinan perfectamente la cantidad que se debe adquirir y el momento en que se debe emitir la orden de compra. Para cada artículo se establece una cantidad mínima de existencias, que, cuando se alcanza, provoca el lanzamiento de una orden de reaprovisionamiento. Este momento se denomina punto de pedido.
Por programa:
Este tipo de compra se basa en el conocimiento exacto que tiene la empresa de la cantidad concreta de un artículo determinado que consumirá en los periodos siguientes. Un ejemplo de este tipo de compra son las órdenes que derivan del estallido de necesidades del MRP.
Pedido abierto:
Este sistema de aprovisionamiento se utiliza cuando se desconocen los momentos para hacer la compra y las cantidades de producto exactas, pero se conoce una aproximación del valor global de la demanda.
Pedido unitario:
En este caso, se determina la cantidad exacta de artículos necesarios para el aprovisionamiento, como respuesta a una necesidad esporádica y posiblemente única que se ha presentado en la empresa.
Especulativa:
Se trata de situaciones en las que las cantidades necesarias para el aprovisionamiento no tienen ninguna relación con las necesidades habituales del artículo, sino que son fruto, por ejemplo, de oportunidades de adquirir estos artículos a un precio unitario menor o de la previsión de un aumento de los precios en el futuro, etc.