Definición de la distribución física
Definimos como distribución física el conjunto de todas las operaciones y actividades desarrolladas desde el final de la cadena de producción hasta el consumidor final.
También se puede definir como un conjunto de actividades destinadas a reducir las variaciones físicas que se puedan dar entre la demanda y la producción, ajustándolas al espacio, el tiempo y la rentabilidad.
Estas definiciones de logística de distribución se están ampliando hasta el punto de incluir las actividades de recogida de los productos una vez consumidos por el cliente final.
Funciones de la distribución física
Las funciones de la logística de distribución son las siguientes:
- Diseño de la red logística
- Stock
- Gestión de espacios
- Manipulación
- Transporte
- Información
- Las funciones del futuro
Distribución física y distribución comercial
La distribución física trata del flujo de mercancías desde el fabricante hasta el consumidor final. La distribución comercial es una parte de la distribución física y trata del flujo de las mercancías desde el distribuidor comercial (mayoristas, almacenes de cadenas, cadenas de supermercados e hipermercados, etc.) hasta el cliente final.
La distribución física transmite los productos, mientras que la distribución comercial, además, transmite la propiedad.
Las relaciones de poder entre ambos tipos de distribución están evolucionando muy rápidamente y dan lugar a una colaboración que recibe el nombre de ECR.
¿Qué es la ECR?
ECR significa efficient consumer response (respuesta eficiente del consumidor). Se trata de una propuesta orientada a conseguir la colaboración entre los diferentes operadores de la cadena de aprovisionamiento de los productos de gran consumo.

El objetivo es reducir costes mejorando la rentabilidad de los movimientos de productos y ofreciendo al consumidor final la mejor relación entre calidad y precio.

La metodología para implantar mejoras se basa en el análisis de la cadena de valor entre fabricantes y distribuidores. Una vez determinada la cadena de valor se analizan los diferentes componentes de los que dispone para optimizarlos.
El servicio al cliente como variable competitiva de la empresa
Las variables competitivas tradicionales, es decir, los aspectos que las empresas podían utilizar para diferenciarse de la competencia ante el cliente, cada vez presentan menos eficacia, ya que se tienden a igualar. Estas variables competitivas tradicionales han sido los precios y los productos. Las empresas competidoras cada vez tienen productos más similares entre sí (acceso a las mismas tecnologías) y precios cada vez más parecidos. Así pues, las empresas buscan nuevas variables competitivas, nuevas fuentes de valor añadido, que diferencien los productos propios de los de la competencia. Estas nuevas fuentes de variables competitivas giran en torno al concepto de servicio al cliente, que está claramente determinado por la función logística (velocidad de respuesta, servicio posventa, etc.).

El objetivo fundamental de la logística es dar un servicio al cliente a un coste adecuado. La empresa debe ser capaz de proporcionar este servicio que la diferencie de la competencia y hacerlo a un coste adecuado.

Las opciones para dar este nivel de servicio pasan por:
- Stock descentralizado, de manera que el tiempo de respuesta al cliente resulte óptimo, pero el número de transportes, elevado, así como el stock total.
- Stock centralizado, de manera que tanto el stock, como los transportes sean mínimos (en comparación con la opción anterior), pero el tiempo de respuesta al cliente se puede ver incrementado.
Relación entre distribución comercial y fabricante
Tendencias futuras
Cada vez más, la distribución comercial se va imponiendo sobre la distribución física. Este hecho se produce por:
- La concentración de los distribuidores y el ahorro de costes que este efecto representa para los fabricantes.
- Oferta a los fabricantes de muchos puntos de venta.
Estos dos hechos provocan que la venta de muchos productos dependa de la distribución comercial.
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Los fabricantes, por su parte, también tienden a concentrarse, lo que reduce el número de referencias e incrementa el peso medio de las entregas, de manera que se reducen los costes de la distribución física y se mantienen niveles inferiores de stock con la misma disponibilidad, ya que todo el sistema se encontrará mucho más simplificado.

Sin duda, el aspecto que marcará el futuro de la logística será la información y su control mediante modernos sistemas de seguimiento vía satélite, radiofrecuencias, Internet, etc.
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