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Comportamientos saludables y de riesgo

Una revisión de diferentes estudios sobre la falta de adhesión al consejo terapéutico realizada por C. Pérez (1996) demostró la dificultad que tenemos las personas para iniciar o mantener hábitos o conductas saludables, y la facilidad con que caemos -o recaemos- en las conductas de mayor riesgo.

Bayés (1995) nos ofrece una reflexión sobre el comportamiento personal y colectivo a partir de dos cuestiones iniciales:

¿Por qué existen personas que, a pesar de estar correctamente informadas del riesgo que representan para la salud, siguen manteniendo comportamientos de riesgo?

¿Cómo conseguir que las personas correctamente informadas se comporten de manera congruente con la información que tienen y lleven a cabo prácticas de prevención cuyas características, necesidades y eficacia conocen?

En un principio, la respuesta inicial es clara: la información es necesaria, pero se muestra insuficiente para modificar conductas de riesgo. Además, hay que tener en cuenta otros factores:

  1. El sentimiento de invulnerabilidad. La tendencia a pensar que no nos veremos afectados por una determinada situación, lo que provoca que descuidemos los mecanismos de prevención.
  2. Ejemplo


    No tener accidentes de tráfico y no ponerse el cinturón.
    No quedar embarazada y no utilizar métodos anticonceptivos.
    No infectarse de VIH y no utilizar preservativo en las relaciones sexuales esporádicas.

  3. El riesgo percibido. La sensación de peligro subjetiva que hace actuar con más o menos estrategias de prevención en función de la magnificación o infravaloración del peligro. Este concepto se relaciona estrechamente con las representaciones cognitivas de las conductas.
  4. Ejemplo


    Percepción de bajo riesgo de embarazo en la primera relación coital.
    Percepción de control con un elevado índice de alcoholemia.

  5. El contexto y la presión de grupo. Este factor condiciona la toma de decisiones sobre comportamientos saludables.
  6. Ejemplo


    Fumar porros cuando se "pasan" entre los miembros del grupo.
    Beber alcohol en locales que lo promocionan.

  7. Los mensajes recibidos. La credibilidad del emisor y el contenido de los mensajes modifican las representaciones cognitivas: condicionan la percepción del riesgo y el sentimiento de invulnerabilidad.
  8. Ejemplo


    Recibir informaciones sobre sustancias tóxicas que no crean dependencia.
    Recibir informaciones contradictorias sobre determinados tipos de alimentos.

Actividad

Es importante que el profesional de la salud conozca todos los factores -individuales, ambientales y sociales- que rodean a una persona, antes de emprender cualquier intervención preventiva para promocionar hábitos saludables.

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