La actual demanda de asistencia sanitaria y las nuevas orientaciones institucionales nos permiten pensar que se está produciendo un cambio en la cultura profesional sanitaria. Desde una cultura basada principalmente en la curación de las enfermedades, actualmente se plantean los hechos siguientes:
- La necesidad de fomentar la promoción de la salud a partir de mejorar los condicionantes de la salud, especialmente los estilos de vida y del medio ambiente.
- Una atención sanitaria más enfocada a la prevención de la enfermedad, que tiene como objetivo evitar las causas de la enfermedades, eliminando o disminuyendo los factores de riesgo, y aumentar la resistencia de las personas.
- Oferta del tratamiento adecuado para restaurar la salud perdida.
En definitiva, los tres ámbitos pretenden mejorar la salud de las personas y de los colectivos implicados. Esta participación implica un proceso de comunicación que regenere los conocimientos que se necesitan para llevar a cabo las acciones necesarias para mejorar el estado de salud. Es lo que algunos han denominado educación sanitaria o educación para la salud.