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Las doce cosas que hacen los líderes

El comportamiento de un líder es fundamental para expandir su liderazgo, y por ello hay que disponer de una determinada forma de ver las cosas. En el futuro, la forma de trabajar hará extender más el liderazgo cooperativo y, por tanto, ya no será tan importante la fuerza y el empuje como determinadas formas de hacer las cosas y de conducir las relaciones. El líder tiene que entender que hay que aprender a trabajar en grupos en los que la gente ya vale por ella misma y, por tanto, se trata más de un liderazgo interior que fluye hacia el exterior (como si se tratase de un modelado).

Por eso, el comportamiento de los líderes, de los verdaderos líderes, tendría que seguir los doce pilares siguientes:

  1. Se expanden.
  2. Son personas que retan sus propios límites, que buscan hacer las cosas de forma diferente, que buscan la novedad, a quienes les encanta arriesgarse, que tienen ganas de aventura y de nuevos horizontes, y que superan el miedo que, a veces, paraliza a los demás. Son personas dispuestas a cambiar sus puntos de vista y sus creencias como resultado de su proceso de expansión.

  3. Están dispuestos a ver las cosas de otra forma.
  4. Aceptan que las cosas pueden ser de otra forma, con otro enfoque, escuchan y recopilan otros puntos de vista y opiniones. Son gente que se pregunta "¿qué tal si...?", y, por tanto, dejan de "querer tener razón" y sienten que no tienen la "obligación de dar una opinión". Tienen suficiente flexibilidad mental para adaptarse a las situaciones que se les plantean. No se obstinan. Aceptan y respetan las opiniones de los demás, y si ciertas decisiones no salen bien, no les critican por ello. Simplemente, aprenden.

  5. Se centran en las cosas que realmente tienen importancia.
  6. Son personas que tienen un "propósito", algo vital y fundamental, se alinean y siguen lo que su corazón les dicta. Son íntegros consigo mismos, reconocen sus intereses y así lo manifiestan; y, aunque los demás no estén de acuerdo, los procuran llevar a cabo, no sin antes haber intentado ser comprendidos, de modo que dedican tiempo a explicarlo de forma cuidadosa.

  7. Corren riesgos confiando en sí mismos.
  8. Se centran en la actuación como si tuviesen y dispusiesen de toda la confianza en sí mismos, en sus capacidades y fuerzas, en su idea o la del grupo que lideran. Reconocen que la confianza es algo que nadie les puede quitar, que depende de ellos exclusivamente. Son personas que actúan como si todo les tuviese que salir bien y están tan convencidos que consiguen que los demás crean y confíen en ello.

  9. Se centran más en las soluciones y no buscan excusas o culpables.
  10. Son personas que tienen claro que "sólo irán allí donde enfoquen, allí donde miren" y, por tanto, les interesan más las soluciones y los objetivos que los empujan, y no tienen mucho interés en buscar culpables o encontrar excusas de por qué las cosas no han funcionado. Miran, eso sí, los motivos de un fracaso para aprender. Son proactivos, responsables, atentos y cuidan las cosas, y no se sienten víctimas en ningún momento.

  11. Repiten, preparan y repasan mentalmente.
  12. La preparación mental y física que permite que un objetivo se lleve a cabo es importante. Esto lo saben los líderes y, por tanto, preparan y repasan mentalmente todo lo que quieren conseguir, y planifican bien cuál es el proceso que tienen que seguir para hacerlo realidad. Son personas que practican con la imaginación y, por eso, procuran visualizar sus proyectos.

  13. Utilizan los obstáculos como escalones.
  14. Son personas que entienden que los problemas son oportunidades por medio de las cuales se puede ascender, crecer, ir más allá y avanzar tanto personal como profesionalmente. Reconocen que el fracaso no existe, que sólo es una oportunidad para volver a demostrar que se es capaz de tener éxito, y reconocen que tener un fracaso es disponer de información para no fracasar la próxima vez.

  15. Se apoyan en situaciones de éxito anteriores.
  16. Si una vez tuvisteis éxito, no hay ninguna razón por la que no podáis volver a tenerlo. Eso piensan las personas con liderazgo, ya que saben que ésta es una referencia poderosa a la que apuntalarse para conseguirlo otra vez. Utilizan las imágenes de los éxitos anteriores para tomar fuerzas y llegar al éxito en esta nueva oportunidad.

  17. Son neutrales.
  18. Son personas que no están aferradas al hecho de si consiguen o no un objetivo. Esto casi no les importa. Se involucran al máximo, participan plenamente, no se detienen con la idea de que tienen que conseguir el objetivo. Hacen las cosas de la mejor forma que saben, y les encanta que el resultado sea bueno; y, aunque les salga mal, no sufren por ello. Aprenden y se disponen a que la próxima vez vaya mejor.

  19. Tienen un plan alternativo si hay problemas.
  20. Hacen suya la frase "un general victorioso es el que tiene asegurada la retirada", y calculan qué es lo peor que les puede pasar y tienen claro qué es lo que tienen que hacer si pasa lo peor. Tienen un plan alternativo o de salida del problema.

  21. Son persistentes.
  22. Son personas que saben que quien gana es el que aguanta hasta el final y, por tanto, persisten (Winston Churchill dijo lo siguiente: "Si queréis tener éxito en la vida, persistid, persistid, y sobre todo... persistid"). Así pues, son los que van por delante de sí mismos y no desfallecen fácilmente ante las dificultades.

  23. Están y se sienten alegres.

Bibliografía sugerida

    Se sienten felices por el hecho de estar en el proceso de conseguir que las cosas se hagan. Son personas entusiastas, alegres, con aquella alegría que se nota que proviene del corazón. Saben estar en paz consigo mismos, dedican tiempo a estar consigo mismos, ya que saben que estas pausas son tan buenas como el trabajo y la acción; saben que hay que encontrar un equilibrio entre los dos tiempos para conseguir un resultado eficaz sin "dejarse la piel". Puesto que son personas que se conocen a sí mismas, pueden ir más allá de sus emociones, de lo que está en su mente, de forma que controlan su mente. Saben superar el egocentrismo e ir más allá, con alegría y gozo interiores.

    Como ya se habrá visto, los verdaderos líderes no son iniciadores, rebosantes o no de un tipo de talento natural, sino que la condición de líder es profunda, aquélla de la que hablábamos en la introducción; es una condición que, según nuestro criterio, proviene del fondo del corazón y de lo que mueve nuestra vida y su sentido, y que se encuentra conectada con nuestro proyecto personal.

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