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Introducción

Un solo concepto: el aquí y ahora del cliente

Desde 1992, cuando Internet no permitía mucho más que enviar y recibir e–mails, bajar software con FTP o chatear, y su uso era privilegio de quienes tenían unos conocimientos relativamente amplios de informática, hasta la actualidad, Internet ha experimentado un crecimiento exponencial en todos los aspectos: utilidades, usuarios, facilidad de uso, comodidad, etc. Actualmente, uno puede conectarse en cualquier lugar mediante un ordenador sin ser un experto en informática y abrir su cuenta de correo electrónico, enviar e–mails, consultar su cuenta bancaria o incluso ˇcomprar flores!

Al contrario de lo que muchos pudieran pensar, Internet no es un invento de los noventa. Se trata de un derivado ultraperfeccionado y ampliado de un producto militar, la ARPAnet, creado en la década de los sesenta. Sin embargo, no ha sido hasta la década que acabamos de abandonar cuando Internet ha penetrado en la sociedad hasta puntos que hace algunos años habrían sido insospechados. Pese a que es imposible precisar cuántos usuarios tiene la Red, cuántas personas u organizaciones están on–line, se hace patente la vasta amplitud de su público. No obstante, esto no es lo que la diferencia del resto de los medios de comunicación masivos, sino la posibilidad que ofrece a sus usuarios de interactuar, modificar contenidos.


Internet permite navegar con el ritmo y en el rumbo que al usuario más le convenga, sin tener que adaptarse a la programación de ningún canal de televisión o radio.

En la que podríamos llamar sociedad informática, cambian los parámetros que rigen el comportamiento de sus miembros, ya no se trata de una cuestión de fuerza ni de tamaño, sino de información. El conocimiento es calidad, y hacia allí van los negocios. Todas las empresas pueden trabajar con la misma rapidez y quedar a la misma distancia que sus competidores, con lo que la calidad pasa a ser el factor decisivo. Quien tiene más información cierra más transacciones. Los husos horarios y las fronteras geográficas pierden relevancia en los negocios y los clientes saben, con un simple clic, el estado y la localización de sus mercancías, las características de un producto o el valor de sus inversiones. La personalización que posibilita Internet es lo que nos lleva a formular la afirmación que da título a esta breve introducción: sólo importa el aquí y ahora del cliente.

ˇBienvenidos al mundo de los negocios por Internet!

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