Definición y planificación del proyecto

En cualquier proyecto informático, lo primero que hay que hacer es determinar los objetivos (sólo tienen que identificarse las finalidades globales del proyecto, no hace falta especificar cómo se alcanzarán), las funciones principales que tiene que realizar el producto, el rendimiento (requisitos de tiempo de respuesta y procesamiento), las interfaces que se necesitarán, las restricciones técnicas (hardware, memoria, etc.) y de gestión (presupuesto, etc.) con las que contará y la fiabilidad que se quiere que tenga el producto (en el hardware puede medirse por el tiempo que tarda en aparecer un error; la medición de la fiabilidad del software es más compleja).

El director del proyecto informático debe tener la capacidad de no perder de vista el objetivo global del proyecto por culpa de los detalles, entender conceptos abstractos y reorganizarlos con el fin de llegar a alguna solución, descubrir los hechos importantes que le ofrecen fuentes confusas y a veces en conflicto, y comprender entornos del usuario/cliente.


Reflexión

El equipo que desarrolla el producto será el encargado de decidir cómo se hacen las cosas, pero hay que preguntarle al cliente qué necesita. El director del proyecto, los analistas y el cliente tienen que llegar a un acuerdo: los primeros tendrán que explicar al tercero qué es necesario y qué es complementario.

Para conseguir todas estas especificaciones, el director del proyecto puede utilizar el siguiente guión cuando prepare la reunión que tendrá lugar con esta finalidad, y a la cual asistirán tanto el cliente como personal especializado del proyecto:

  • Establecer unas reglas para la preparación y la participación en la reunión.
  • Sugerir una agenda que cubra todos los puntos importantes y que posibilite la comunicación de nuevas ideas.
  • Utilizar alguna herramienta de apoyo, como hojas de trabajo, diagramas, pizarras, etc.

Contenido complementario

En esta reunión se tiene que identificar el problema, proponer soluciones, evaluarlas y especificar un conjunto preliminar de requisitos.

Algunas cuestiones clave que se pueden analizar para dejar bien definida la situación de partida son las siguientes:

  • presupuesto, tiempo y riesgo;
  • conocimiento, por parte del cliente, de las funciones del producto;
  • mercado potencial;
  • tecnología necesaria;
  • disponibilidad de instalaciones, componentes, etc.;
  • desarrollo de la interfaz;
  • disponibilidad de personal cualificado;
  • consideraciones legales;
  • consideraciones políticas.

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