En el caso del software, por mucho que hayamos revisado cada paso que hemos dado, siempre pueden surgir errores. Las pruebas se tienen que documentar, desde el diseño de casos de prueba, que se documentan con un conjunto de resultados esperados, hasta las pruebas de integración de los módulos.
El hecho de documentar de forma correcta todos los casos de prueba del software nos resulta de gran ayuda a la hora de probar todo el sistema. Cuando surja un error, evitaremos perder el tiempo buscando al culpable, y la mejor manera de hacerlo es prever los efectos de la integración de los componentes del sistema y diseñar pruebas para comprobar que la información que procede de otros elementos funciona de forma adecuada. La documentación de todos estos resultados nos ahorrará muchos esfuerzos en caso de que algo vaya mal.