X to X: Navegando entre portales, vortales, market places y otras lindezas similares
Bien, hasta aquí hemos intentado demostrar que las posibilidades de una empresa tradicional no se limitan a su participación en los market places. Pero ¿qué es un market place? ¿Es un portal para industriales? Vayamos por partes: es muy importante que revisemos las definiciones de portal, vortal y market place. Si las revisamos, veremos que un market place no tiene por qué llegar a transformase en portal; y a la inversa, un portal vertical que no tenga una orientación clara para favorecer las transacciones no será un market place. Por otro lado, no hay duda alguna de que cuando se habla de B2B, todos tenemos en la cabeza el market place, por lo que nos vamos a centrar en él. De la definición de market place se deduce:
Aunque hacer una clasificación de los distintos mercados B2B es muy complicado, la que parece que se está imponiendo es la que los distingue entre públicos (public market places), privados (private market places) y consorcios (consortia). Podría decirse que los mercados públicos y los de consorcios son aquellos que tienden a integrar gran cantidad de compradores y vendedores para que comercien y colaboren entre ellos. Por su parte, los privados son los basados en el one-to-many, esto es, un solo dueño u operador del mercado realiza invitaciones individuales a sus proveedores y a sus clientes para entrar en él. La implantación de cada uno de estos sistemas aún no está muy clara y los datos más fiables los colocan casi a la par en cuanto a volumen de negocio, aunque en todos los estudios realizados se resalta el private market place puesto en marcha por Cisco Sistems como un ejemplo que el resto de empresas debería seguir. La mayor parte de los mercados públicos suelen estar constituidos por empresas del mismo sector. De esta forma, en Estados Unidos pueden encontrarse public market places en casi todos los sectores económicos. De esta forma, las empresas participantes de estos mercados encuentran una situación privilegiada al tratar con sus proveedores y sus clientes. Por tanto, según algunos autores y consultoras, existirían tres tipos de market places en función de su propiedad –opinión que no comparto totalmente, como veréis más adelante:
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Otra clasificación podría hacerse a partir de las situaciones de compra:
Una última e interesante clasificación por el tipo de producto que se compra fue tratada por J.M. de Figueiredo en su artículo "Finding sustainable profitability in electronic commerce" (Sloan Management Review, verano 2000, pág. 41), cuyo resumen hace Alfons Cornella en su Extra!Net núm. 539. Figueiredo clasifica las posibles estrategias en función de la percepción del cliente sobre la calidad del producto:
Para el comprador
Para el vendedor
Para el market place
Como podéis suponer, son muchos y variados; voy a dejar de lado los contenidos de tipo informativo (noticias, actualidad, calidad, etc.) o de comunidad (foros, etc.) para centrarme en los específicamente transaccionales. Prácticamente ningún market place ofrece todas las funcionalidades que se detallarán a continuación, sino que escoge las más adecuadas para el mercado objetivo. Mercado virtual Están basados en catálogos de productos y proveedores categorizados. Permiten la búsqueda, comparación y pedido de un producto o servicio a un proveedor determinado. Algunos market places permiten a la empresa compradora preconfigurar qué proveedores y productos pueden adquirir sus distintos empleados, así como el circuito de autorizaciones. Cuando los productos no son inputs de fabricación sino inputs de operaciones o mantenimiento, como por ejemplo agencia de viajes, material de oficina o hardware, nos enfrentaríamos a una solución de e-procurement Subastas directas Son desencadenadas por un vendedor que ofrece a múltiples potenciales compradores que realicen ofertas con pujas al alza para la adquisición del bien. Este mecanismo se hace desde la óptica de la oferta, por lo que es adecuado para excesos de estocks. Subastas inversas Son similares a las anteriores, pero en este caso es el comprador quien expresa lo que desea adquirir e invita a los proveedores a pujar a la baja por su pedido. En general, las condiciones están predefinidas, por lo que la única variable es el precio. Tanto las subastas directas como las inversas tienen un tiempo (habitualmente días) para estudiar la proposición y un plazo mucho más breve (1-2 horas) en el que se desarrolla la subasta. Solicitud de presupuestos (RFQ) Son similares a las subastas inversas, con la particularidad de que los vendedores pueden proponer modificaciones u ofrecer alternativas de modo transparente; asimismo, los precios habitualmente pueden ofertarse y ser modificados en cualquier momento. Central de compras Se basan en compradores de un mismo bien que se agrupan para mejorar su poder de negociación con los proveedores. Las centrales de compra suelen ser dinámicas: se crean para la ocasión y se disuelven tras la misma. Una vez creada la central, el mecanismo es similar a las subastas inversas o RFQ. Grupos de compra | ||||||||
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Aquí el mecanismo lo desencadena un proveedor, que ofrece a un grupo de clientes del market place descuentos en función del volumen de compra una vez agrupado. Uno de los problemas detectados es la revocabilidad de la opción de compra por parte del cliente, por lo que en algunos market places, el ejercicio de la opción es irrevocable. |
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