El modelo EFQM tiene como objetivo ofrecer una herramienta de ayuda a las organizaciones para que estas puedan conocerse mejor y, en consecuencia, mejorar su funcionamiento. Por supuesto, el modelo no es normativo y ofrece las claves para que las organizaciones puedan autoevaluarse siguiendo como guías nueve criterios, a su vez divididos en subcriterios. Cada subcriterio plantea una serie de áreas que habrá que abordar, evaluar, para comprobar la gestión de la organización. Aunque estas áreas no sean propiamente indicadores, nos pueden servir como tal, ya que el sistema de autoevaluación permite cuantificar de una forma bastante objetiva el estado de cada área.