Internet tiene un alcance mundial y su uso no se restringe a nadie, cualquier persona
puede acceder a la red con tan solo contratar los servicios de un proveedor de servicios
de Internet. Su gran objetivo es ofrecer un sistema de comunicaciones robusto, de alcance
global, de fácil manejo y de uso masivo.
Las intranets, al igual que las redes que forman Internet, pueden utilizan el mismo
protocolo y disponen de los mismos servicios. La diferencia es el uso privado que se
les da a las intranets, lo que las permite adaptarlas al uso particular de cada
organización. Otra ventaja de las intranets es que la asignación de número de
identificación que se le da a cada ordenador (IP) no depende de ningún organismo
regulador. Será la propia organización la que otorgue los IP a los ordenadores
conectados a la intranet como estime más oportuno.
Al contrario que en Internet, el acceso a las intranets es restringido y dependerá de
los criterios de la organización que la cree. Los usuarios de una intranet son mucho
menores que los usuarios de Internet y están identificados: se conoce su perfil y el
uso que harán de la red. Los objetivos de la red son más concretos, están más definidos
y responden a necesidades específicas de los usuarios, no así los de Internet. Además la
velocidad de transferencia de datos de las intranets es mucho mayor que la de Internet.