Inicio del módulo Atrás Todo se aprende  
 

Como la mayoría de las habilidades, la de ser líder se aprende. Para unos será más fácil que para otros, como pasa con todo. Una de las dificultades que tiene este tipo de aprendizaje es que implica una serie de cambios en nuestra forma de ser. No se trata sólo de saber o de conocer.

Los cambios en nuestra conducta y, en especial, de nuestros hábitos sólo pueden ir de dentro hacia fuera. Los comentarios que frecuentemente oímos sobre "la mala suerte", "la culpa es del jefe o de la familia", etc., no ayudan en nada, al contrario, nos ligan a situaciones de inmovilismo o de fatalidad. La única forma de progresar, de mejorar, de liderarnos, es la de asumir nuestras responsabilidades plenamente y de sentirnos al cargo de nuestra situación. Responsabilidad, etimológicamente hablando, significa capacidad (habilidad) de responder.

Pero no podemos avanzar, progresar, si no rompemos con los hábitos y prejuicios que nos han hecho parar o han ralentizado nuestra capacidad de intervenir en la realidad. A menudo estamos empeñados en encontrar soluciones fáciles y rápidas. Tenemos poca paciencia y queremos resultados inmediatos. Éste es uno de los motivos por los que la gente no quiere seguir cursos de cualquier tipo. No tenemos paciencia. No podemos esperar un tiempo para ver los resultados.

Necesitamos aprender de la naturaleza. Cuando hemos plantado una semilla, el hecho de estar impacientes y ansiosos por ver las flores y los frutos no sirve de nada. Al contrario, si utilizamos nuestro tiempo para cuidar de la tierra, regar, cortar las malas hierbas, estamos acompañando y facilitando que la flor o el fruto aparezca en el momento preciso. No podemos hacer más. Lo mismo pasa en el campo del aprendizaje, cuanto mayores son el ansia y las prisas, peor. Debemos encontrar método y tener disciplina. Saber esperar ejecutando acciones adecuadas.

 
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