Inicio del módulo Atrás Adelante Conocer mi entorno  
 

La complejidad de nuestro entorno es enorme, así como la velocidad en que se operan cambios en el mundo en que vivimos. Aunque parezca evidente que para poderse liderar ha de saberse dónde se pisa, en la práctica no es tan sencillo. Todos tenemos una visión y unos conceptos de nuestras organizaciones y de la sociedad en general, pero no tenemos la certeza de que sean acertados o correspondan a la realidad. No podemos avanzar si no disponemos de una buena capacidad analítica para saber dónde estamos y qué pasa.

Para ilustrar la importancia de saber dónde estamos, hay una vieja historia llamada "la rana hervida". Si ponemos una rana dentro de una olla con agua hirviendo, la pobre rana saltaré e intentará escaparse tan pronto como pueda. En cambio, si la ponemos en una olla con el agua a temperatura ambiente, probablemente se quede quieta. Si entonces aumentamos la temperatura del agua gradualmente, al principio incluso encontrará cierto placer al estar más caliente, a medida de la temperatura ambiente suba, irá quedando atontada hasta el punto que no sea capaz de saltar de la olla. ¿Qué pasa? Pues que el organismo de la rana está preparado y alerta cuando se producen cambios bruscos, pero no está preparado para los cambios graduales.

Es una historia un tanto cruel, pero sirve para ver si en ocasiones nos pasa como a la rana. Nos vamos adaptando inconscientemente a los cambios de forma que, cuando la situación es insana, ya no disponemos del ánimo para "saltar". Aprender a ver los procesos graduales y lentos requiere pararnos a pensar y reflexionar sobre lo que está pasando. Otro dicho al respecto es el de los árboles que no nos dejan ver el bosque.

 
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