El mito de Osiris

Representación de Osiris - Papiro de AniOsiris es una divinidad de origen neolítico-agrario. Como los dioses agrarios de muchas otras civilizaciones, se identifica con la principal planta cultivada, en este caso la cebada, y es un garante de abundancia alimenticia y de bienestar cósmico y social. Igualmente como todo dios agrario, Osiris es una divinidad ctónica de los muertos y de ultratumba: así como los granos de cebada se entierran para que fructifiquen, los difuntos se entierran para que renazcan a la vida en el más allá. Por eso, en las tumbas, se colocaba una imagen de Osiris elaborada con arcilla y granos de cebada: los granos fructificaban en el interior de la tumba, una vez ésta había sido sellada, y ello ayudaba mágicamente al difunto a resucitar.

Desde un punto de vista histórico, los orígenes de Osiris deben rastrearse en el Alto Egipto predinástico. Es muy probable que el antiguo ritual de enterramiento de los difuntos en posición contracta mirando hacia occidente (=la entrada al "reino" de Osiris) fuera ya un ritual de simbolismo osiríaco. Cuando apareció la realeza del Alto Egipto que después unificó el Doble País, Osiris fue asimilado al rey difunto. El rey vivo era Horus, el dios celeste en el esplendor de su poder, y el rey muerto era Osiris, que seguía dispensando abundancia alimenticia y cósmica desde el más allá. Osiris era a la vez el rey de los muertos y el rey-muerto (multiplicidad de aproximaciones). De este modo, la figura de Osiris completaba la adquisición de las atribuciones principales con que se le conoce en época dinástica: dios del cereal, dios de los muertos y dios identificado con el rey muerto. Después del I Periodo Intermedio, todos los muertos pasaron a identificarse con Osiris, nombre que, en este plano, devino casi sinónimo de "difunto".

Ataúd de Baja ÉpocaLos egipcios no narraron nunca el mito de Osiris secuencialmente, de principio a fin. En la iconografía y en los textos funerarios y mitológicos se alude a los distintos episodios del ciclo mítico del dios, sin que jamás éste sea evocado completo. Esto no se debe tanto, como a veces se dice, a que los egipcios ya conocían el mito y no hacía falta explicarlo, sino que se trata de un rasgo propio del discurso "mitopoético", relacionado con el fenómeno de la "multiplicidad de aproximaciones": en cada caso, en cada contexto, el egipcio alude a la secuencia del mito, al aspecto del dios, que en ese momento es pertinente. Así, quienes primero intentaron explicar secuencialmente –no sin grandes dificultades, debido, precisamente, a ese carácter del discurso mitopoético– los avatares míticos de Osiris fueron los griegos, en especial Plutarco en su Isis y Osiris, ya desde un tipo de discurso "lineal", más parecido al nuestro.

Representación de Osiris vegentante - Tumba de TutanjamónDe las alusiones egipcias y de las narraciones griegas deducimos que los egipcios consideraban a Osiris como el primero de los faraones, un rey sabio, benefactor y civilizador, casado con Isis, que lo auxiliaba en su tarea. Pero Osiris tenía un hermano, Set, que, envidioso, planeó matarlo. La oposición Osiris/Set representa, en términos mítico-estructurales, la oposición agraria entre fecundidad y esterilidad: Osiris es el dios cereal de la abundancia, asociado a la humedad (a la inundación), y negro como el color de la tierra fértil de Egipto; Set es el dios de los fenómenos cósmicos hostiles, asociado a la sequía y a la carestía (a las crecidas insuficientes), y rojo como el desierto. Con una estratagema, Set consiguió que Osiris se introdujera en un sarcófago, que él y sus cómplices sellaron y arrojaron al Nilo. El sarcófago flotó por el río hasta alcanzar el Mediterráneo y la ciudad de Biblos, donde Isis lo recuperó. Isis condujo el cuerpo de su esposo al Delta del Nilo, donde, a causa de un descuido, Set volvió a recuperarlo. Set troceó entonces el cuerpo en catorce partes, que diseminó por todo Egipto, para evitar que Isis las encontrara. Pero Isis, ayudada por su hermana Neftis, emprendió la gran búsqueda, y halló cada una de las partes, excepto el falo, que el pez oxirrinco se había tragado. Celebró un ritual funerario en cada lugar donde había encontrado una parte del cuerpo de su marido (esto explicaba, según Plutarco, que tantos santuarios de Egipto albergaran la "tumba" del dios) y, recompuesto éste y habiéndolo dotado de un falo manufacturado por ella, lo hizo revivir mágicamente. De este modo pudo concebir de él a su hijo Horus. Isis parió a Horus oculta en las marismas del Delta. Cuando éste hubo alcanzado la edad adulta, se enfrentó a Set, lo venció y vengó a su padre. Entonces Horus quedó como faraón en el trono de Egipto y Osiris pasó a reinar en el mundo de los muertos.

Muchas ciudades egipcias celebraban festivales dedicados a Osiris. Se trata siempre de ceremonias que evocan la regeneración cósmica y la resurrección. En Abido, se celebraba una gran procesión, que recordaba la lucha entre Osiris y Set, la venganza de Horus sobre Set y el triunfo de Osiris sobre la muerte. En distintos santuarios se celebraba la "erección del pilar dyed", la "columna vertebral" de Osiris, un símbolo de fecundidad y resurrección.