El objetivo fundamental del IPC es medir la evolución temporal del nivel de precios de los bienes y servicios de consumo que forman parte de la cesta de la compra de los hogares españoles en el interior del país. La cesta trata de representar la media de los gastos de los españoles.
Entre las posibles mediciones de la inflación, el IPC tiene en cuenta las variaciones de precios en la última fase de comercialización de los bienes y servicios. Existen otros indicadores que expresan otras parcelas del aumento de precios:
- El índice de precios industriales (que refleja las variaciones en la etapa industrial).
- Los precios a la importación y exportación (que muestran el aumento de los precios de la economía nacional con respecto al exterior).
- El deflactor del PIB (que describiremos posteriormente).
El IPC es muy importante por las aplicaciones que se derivan del mismo: