Gestionar el conocimiento es gestionar el conjunto de procesos y sistemas que están orientados a incrementar el capital intelectual.

Según Gasalla, se puede identificar la gestión del conocimiento como los esfuerzos realizados dentro de una organización para captar, organizar, difundir y compartir los conocimientos entre todas las personas que forman parte de la misma.

Andreu y Sieber también lo definen como el proceso que continuadamente asegura el desarrollo y aplicación de todo tipo de conocimientos pertinentes en una empresa, con objeto de mejorar su capacidad de resolución de problemas y así contribuir a la sostenibilidad de sus ventajas competitivas.

La personas son las únicas transmisoras de conocimientos. La gestión del conocimiento sólo es aplicable a partir de las personas que con sus valores y cultura, utilizan las tecnologías de la información y los procesos de creación de servicios para ofrecer a la sociedad más servicios con valor añadido. La esencia de su gestión es lo que permite a las organizaciones aplicar, compartir y crear conocimiento de forma colectiva y sistemática, a fin de conseguir los objetivos propuestos y crear valor para la organización, para las personas y para la sociedad.

	En este sentido, la gestión del conocimiento se fundamenta en la integración de tres factores claves: la cultura corporativa, los procesos y la tecnología.