Sin exagerar demasiado, puede decirse que cuando se analiza qué hay que hacer para preparar a nuestra sociedad para las exigencias de los tiempos futuros, se llega a la siguiente conclusión:
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La escuela, o mejor dicho, el sistema educativo se convierte en la clave.
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Dicho de otra forma, las sociedades que en el futuro alcanzarán o mantendrán un alto nivel de bienestar y de calidad de vida serán aquellas que hayan sabido adaptar adecuadamente sus métodos y sus instituciones educativas.
La sociedad de la información implica un doble impacto para el mundo de la educación: por una parte representa exigencias nuevas y al mismo tiempo ofrece herramientas nuevas para enfrentarse a dichas exigencias.
Creemos que el hilo conductor de la reflexión puede ser el escrito de Joan Majó: