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La evolución en los lenguajes de marcaje ha hecho que las funcionalidades básicas del HTML sean insuficientes en muchos sentidos. Uno de estos sentidos es la presentación de documentos y la posibilidad de interacción entre los usuarios y las páginas una vez descargadas en el navegador. Precisamente, el DHTML (HTML Dinámico) ofrece a los desarrolladores de sedes web la posibilidad de presentar sus materiales de forma más precisa, y también proporciona unas interfaces mucho más atractivas y personalizadas que hasta ahora.
Está basado en un concepto muy simple, pero claro: transformar las páginas estáticas de HTML en objetos que sean programables, lo cual permite introducir modificaciones a la hora de manipular las páginas. Es decir, con el DHTML puede alterarse la presentación de una página, incluso después de haber sido descargada por el navegador. Gran parte de los contenidos de DHTML está especificada en HTML 4.01 y puede hacer que las páginas web se comporten como verdaderas producciones multimedia.
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No hay, sin embargo, una especificación única para DHTML, teniendo en cuenta que se trata en realidad de una combinación de diferentes tecnologías. Netscape y Microsoft han especificado sus propias definiciones, si bien en el año 1997, cuando el W3C emitió una serie de especificaciones preliminares que englobaban las hojas de estilo en cascada (CSS), el posicionamiento y el DOM (Document Object Model), se comprometieron en un acuerdo de interoperabilidad, según el cual los navegadores de las dos compañías tenían que cumplir las especificaciones finales del W3C. De momento, hasta que esto no llegue a ser una realidad, es preciso diseñar de manera diferente para los dos navegadores, afrontando las dificultades que comportan los problemas de compatibilidades.
En esta guerra comercial, los navegadores de Netscape soportan el posicionamiento por medio de la tecnología de capas, así como mediante las coordenadas de posicionamiento emitidas por el W3C. Microsoft, por su lado, con la aparición de su navegador Internet Explorer 4, presentó los Scriptlets, tecnología que permite desarrollar componentes basados en DHTML que pueden utilizarse como objetos COM (Common Object Model), pero que necesitan un código específico que, de momento, no es parte integrante de los navegadores de Netscape.
DHTML integra, pues, diferentes aspectos que será preciso definir. Éstos son:

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DOM (Document Object Model): se trata de una representación interna estándar de la estructura de un documento, y proporciona una interfaz al programador (API) para acceder de forma fácil, consistente y homogénea a sus elementos, atributos y estilo. Es en sí un modelo independiente de plataforma y del lenguaje de programación.
El objetivo principal es que cualquier definición de objeto, lenguaje de guiones o script pueda ejecutarse de forma homogénea sobre cualquier cliente (navegador) que soporte DOM. Actualmente esto no sucede al 100%, ya que tanto Netscape como Microsoft implementan modelos propietarios y hacen que las páginas puedan comportarse de formas diferentes. La creación de páginas web multiplataforma que sean visibles y ejecutadas de la misma manera independientemente de la plataforma donde se muestren se conoce como cross-browser. Ésta es la recomendación principal a la hora de crear páginas web, aunque eso comporta grandes esfuerzos por parte de los desarrolladores, derivados de las diferencias de interpretación que existen entre los navegadores principales. De esta forma, cualquier creación para ser editada en web se comportará de la misma manera, y hará llegar así nuestros contenidos y formatos a un mayor número de usuarios. Limitarse a crear sedes web compatibles con un solo navegador no es la solución a los problemas que plantea el uso de estas nuevas tecnologías; es necesario invertir esfuerzos en hacerlo de forma totalmente compatible.
Con la adopción del DOM, un elemento, como por ejemplo el encabezamiento de una página, puede tener un nombre concreto y es posible proporcionarle unos atributos de estilo, como tipografía o color del texto, y que sea llamado por su nombre en un pequeño programa o script incluido en la página. Este encabezamiento, y cualquier otro elemento de la página, puede cambiar como resultado de una acción, como por ejemplo que el puntero le pase por encima. También puede hacer que una imagen se mueva de un lugar al otro, independientemente de su posición originaria, con una acción de arrastre del ratón.
La gran ventaja que representa esta tecnología es que no hace falta un tiempo de respuesta, ya que cuando se envía la página solicitada, ésta ya incluye todas las variables de los elementos en su cuerpo de página, de manera que estas variaciones pueden considerarse claramente independientes de las propiedades del objeto. El DOM, en su nivel 1 de especificación, se refiere a la parte interna y los modelos para HTML y XML, y el nivel 2 incluye el modelo de objetos que permite definir funcionalidades para manipular información sobre el estilo del documento.
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Hojas de estilo: lo que hacen es describir las características de estilo general de las páginas, y en concreto de cada una de sus partes o elementos. Su gran aportación es clara: permiten conferir a los documentos un estilo homogéneo y propio que se visualizará de igual manera para todas las páginas que conformen la sede web. Esto nos permitirá efectuar cambios globales de estilo en las páginas, y no de una a una como hasta ahora con HTML.
Si tenemos, por ejemplo, una sede con más de cien páginas web, y decidimos realizar un cambio de estilo general, lo que se deberá hacer es llamar una a una a las páginas y cambiar los atributos de las etiquetas elemento por elemento. Esto es realmente muy pesado y monótono. Por ello, las hojas de estilo en forma de cascada permiten hacer estos cambios una sola vez para todas las páginas de manera uniforme. Eso es posible porque pueden especificarse diferentes niveles predefinidos de procedencia dentro de una página o un grupo de páginas que estén relacionadas entre sí, y que de esta manera el cambio efectuado en un nivel X (por ejemplo, que los encabezamientos pasen de ser de color negro a azul) se cambie y especifique una sola vez para el objeto que se referencia en los encabezamientos.
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Capas (layers): permiten crear documentos HTML sobrepuestos. Con este fin, se definen secciones rectangulares, categorizadas en un sistema de coordenadas tridimensionales, y se añade el código HTML de cada una de ellas con independencia. De esta manera, la distribución de diferentes capas (layering) por la pantalla del navegador permite incluir una elevada sintaxis interactiva. Pueden programarse como eventos, y definirse así como visibles, no visibles hasta que no sucede una acción determinada (moverlas por la pantalla, etc.). El problema es, de nuevo, la incompatibilidad que presentan las directivas de Netscape y Microsoft. |

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Niveles de programación: permiten aplicar lenguajes de guiones como JavaScript o VBScript, para hacer páginas web interactivas. Se trata, pues, de aplicar unos niveles de tecnología del lado cliente, de manera que tiene que ser éste quien muestre y manipule las páginas sin intervenciones posteriores del servidor una vez descargadas las páginas.
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Fuentes dinámicas: Netscape incluye la posibilidad de añadir fuentes dinámicas como parte del DHTML, con lo cual se pueden hacer llamadas a ficheros padre con la fuente específica que se quiera usar. De esta manera, si un diseñador de sedes web desea utilizar una fuente que sabe que es difícil que tenga en cuenta a la mayoría de los sistemas por defecto, puede incluirla de esta manera, sabiendo que tendrá el control total en cuanto a la presentación tipográfica de la sede web. La forma en que se verán las páginas una vez publicadas en web es uno de los quebraderos de cabeza más importantes que hasta ahora no ha podido solucionarse más que con la utilización de tipografías comunes, como Arial, Helvética, Courier, etc., o mediante un recurso no muy positivo para este tipo de configuración, como son las imágenes. Así, las fuentes específicas se cargan conjuntamente con la página, con lo que la elección de la fuente ya no depende del navegador como hasta ahora.
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Tal y como podemos ver, las funcionalidades y el dinamismo que puede aportar DHTML son un paso adelante para la creación de páginas no estáticas; además, no necesitan ningún plug-in para ser operativas, lo cual representa una gran ventaja a la hora de ofrecer dinamismo en nuestras páginas.
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