Una vez que ya hemos publicitado la sede web y hemos recibido información variada de los visitantes con sus experiencias y aportaciones, tenemos que analizar las posibles causas/consecuencias de todo ello. Esta información nos servirá para analizar en profundidad qué cosas no han ido como habíamos pensado en un principio. Compararemos los objetivos que nos habíamos fijado y que queríamos cumplir con las respuestas de los usuarios o las estadísticas de uso tomadas del servidor.
Será necesario preguntarse lo siguiente: ¿hemos conseguido nuestros objetivos? ¿dónde no lo hemos hecho? ¿por qué? ¿qué ha pasado o en qué nos hemos equivocado para que un servicio o una página cuya visita era importante no haya ido como esparábamos? Preguntas de este estilo sirven para evaluar las causas negativas de nuestra implantación. Las positivas ya funcionan bien y raramente alguien las mencionará, a no ser que destaquen por su originalidad o excelencia.
La recopilación y el análisis de estos datos nos servirá para rediseñar con más precisión aquellos puntos flojos y que queremos mejorar o potenciar en la nueva versión de la sede web. De todas formas, no tenemos que desanimarnos; las carencias son positivas si sabemos verlas, y de este modo, poco a poco, conseguiremos que con el tiempo nuestro diseño sea de mucha calidad.