¿Encriptación con PGP?

Compartir entre usuarios documentos privados, que tienen que circular por la red, siempre puede ser arriesgado por la falta de seguridad de Internet, pero existen herramientas que permiten obtener una parcela de seguridad como ocurre en el caso de PGP (Pretty Good Privacy), que implementa la clave de acceso al documento para visualizarlo. PGP, escrito por Philip Zimmermann, se basa en la encriptación por medio de procesos algorítmicos complejos con los cuales es posible obtener codificación de datos a un nivel muy elevado.

Este sistema de confidencialidad de información está basado en la utilización de claves públicas o privadas de seguridad, de manera que nos permite codificar toda la información que enviamos por la red con una palabra de paso o un código secreto. Una ventaja que afecta al código de acceso es que puede ser variable en cuanto a extensión y no limitado, de manera que podemos asignar un código con una frase que podamos recordar fácilmente. Obviamente, esta palabra de paso se tiene que guardar en lugar seguro para que nadie más codifique y descodifique nuestra información.

El problema reside en el hecho de que nuestra clave queda almacenada en un fichero swap que puede ser recuperado por otra persona con herramientas adecuadas, como por ejemplo en el caso de GREP. Nuestra seguridad puede quedar comprometida si alguien con el suficiente conocimiento quiere acceder a nuestros mensajes.