Estos programas cuentan con una base de datos en la que guardan información sobre los virus. A partir de estas bases de datos saben cómo reconocer un virus y qué acciones tienen que desarrollar para eliminarlos.
En la actualidad, la mayoría de los antivirus disponen de una propiedad que les permite actualizar esta información de forma automática por medio de Internet, ya que cuando el programa conecta con Internet, se dirige automáticamente a los servidores del fabricante para descargar la última versión. Esta versión se almacena en un servidor de la red interna, de manera que los diferentes ordenadores personales actualizan su versión de antivirus a partir de dicha nueva versión almacenada.