La dirección de personas en la sociedad del conocimiento

Índice
- Introducción
- 1.El concepto de “dirección de personas”
- 2.Ética y dirección de personas
- 3.La dirección estratégica de recursos humanos
- 4.El conocimiento como elemento económico clave
- 5.Explotación y difusión de las TIC
- 6.La orientación al cliente y el contrato psicológico
- 7.Las personas como fuente de ventaja competitiva
- 8.El trabajo flexible
- Bibliografía
Introducción
1.El concepto de “dirección de personas”
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La dirección de personas considera que los humanos no “son” recursos, sino que “tienen” recursos, los cuales pueden poner, de mejor o peor grado, a servicio de la organización.
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La tarea de dirigir personas incluye un elemento habitualmente silenciado –tener que prescindir de colaboradores en ciertas ocasiones. Este elemento refleja el conflicto inherente entre dos tareas importantes que asume la dirección de personas: por un lado, buscar la conformidad, el compromiso y la cooperación productiva de los empleados; por otro, la gestión de conflictos, disputas y “malos comportamientos” de los empleados.
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La dirección de personas es una actividad esencialmente estratégica, por su énfasis en lograr que se utilicen los esfuerzos y capacidades de los empleados para asegurar la supervivencia a largo plazo de la empresa. Según esta orientación, existe una relación de ida y vuelta entre la formulación de la estrategia corporativa y la formulación de la estrategia de recursos humanos, que contrasta con la visión más tradicional, según la cual la estrategia de recursos humanos es algo que se deriva o es servidora de una estrategia corporativa principal.
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El concepto propuesto mantiene abiertas las posibilidades sobre quién “hace el trabajo” de dirección de personas. Aunque no exista un departamento con esta función asignada (lo que suele ocurrir en las organizaciones pequeñas), siempre habrá que realizar ciertas tareas relacionadas con los trabajadores (planificación, reclutamiento y selección, baja o recolocación, obtención de información sobre las capacidades de los trabajadores, formación y desarrollo, negociación y administración de salarios y otros aspectos de la relación laboral, establecimiento y cumplimiento de políticas de salud y seguridad, absentismo, etc.). Estas tareas pueden estar repartidas entre distintos departamentos o distintos directivos, pero en cualquier caso, la supervivencia de una organización requiere que se lleven a cabo.
“Tradicionalmente, la gestión de recursos humanos se limitaba al departamento de Personal, que se consideraba como un área funcional de staff. No obstante, en la gestión de recursos humanos moderna cobra un papel importante el director inmediato. Así, las tendencias más recientes plantean la necesidad de una joint venture entre directores en la línea jerárquica, que son los inmediatos directores de personas, y el departamento de recursos humanos, que cada vez va a ser más flexible y pequeño, pero más profesionalizado y menos burocratizado. Una función fundamental de ese departamento será prestar apoyo para que la dirección, a sus diferentes niveles, gestione de forma competente a las personas que trabajan en colaboración directa con ellos. En este contexto, el desarrollo de los directores, a todos los niveles, en las competencias y habilidades en la dirección es un aspecto fundamental.”
J. M. Peiró Silla (1999). “El modelo “amigo”: marco contextualizador del desarrollo y la gestión de recursos humanos en las organizaciones. Papeles del psicólogo”. Revista del Colegio Oficial de Psicólogos (núm. 72).
2.Ética y dirección de personas
2.1.Visiones teóricas aplicables a la práctica de la dirección de personas
2.1.1.Centrarse en las consecuencias (teorías consecuencialistas)
2.1.2.Centrarse en deberes, obligaciones y principios (teorías deontológicas)
2.1.3.Centrarse en la integridad (ética de virtudes)
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Hay comunidades profesionales, a menudo constituidas en asociaciones, que han desarrollado elevados criterios éticos para la conducta de sus propios miembros. En estos casos, para las personas que trabajan en dichas profesiones suele ser fácil establecer el modelo ético de referencia a seguir.
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Cuando no existe una comunidad profesional a la que referirse, o no proporciona una buena guía, una alternativa es fijarse en los criterios que aplica la sociedad o la comunidad en sentido amplio. Una guía útil en esta situación es utilizar la regla de la divulgación. Esta regla pregunta “¿Cómo te sentirías si tu conducta fuera publicada en… (el nombre de un medio masivo de comunicación)?”.
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Otra forma útil de definir el carácter de referencia es preguntarse cuál sería el consejo del más riguroso de tus modelos o críticos éticos. Es posible identificar a la persona que cubre ese rol para cada uno (un familiar, un profesor respetado, un consejero espiritual…), cuya integridad respetamos y cuyo criterio moral valoramos, y considerar qué pensaría esa persona del comportamiento que se está barajando emprender.
2.2.La función de recursos humanos como apoyo para la organización ética
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Llegar a ser una organización ética es un proceso continuo que afecta al conjunto de la organización, y no solamente al departamento de recursos humanos. Las organizaciones éticas crean un entorno en el que “hacer lo correcto” no es algo que deba ser tenido en cuenta, sino que es su forma de vida. En estas organizaciones, la ética forma parte de todas las políticas, procesos y prácticas. Es una forma de ser para todos los miembros de la organización y está en el corazón de su cultura. No obstante, pocas empresas tienen en origen estas altas expectativas, sino que comienzan con objetivos menos ambiciosos (como ir más allá de los simples requerimientos mínimos impuestos por la legalidad) y desean ir desarrollando una cultura que apoye el comportamiento ético en todas las áreas.
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Si el departamento de recursos humanos debe intervenir en el proceso para convertirse en una organización ética, ha de ser con un claro apoyo de la alta dirección. Un departamento solo, por su cuenta, nunca logrará los cambios necesarios. Si la función de recursos humanos es la única que tiene el papel de “conciencia de la organización”, generará fácilmente la acusación de no estar enfocada en el negocio y no aportar valor, lo que puede expulsar a la función de su posición como socio del negocio, intensificando los conflictos y ambigüedades de su contribución a la empresa.
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Los programas para convertirse en una organización ética no pueden estar separados del conjunto de procesos de la organización. Simplemente “decir” que se quiere ser (o se es) ético no significa serlo realmente. Es necesario que la orientación ética se convierta en parte del tejido de toda la organización, que llegue a definir la propia identidad de la organización. Esto significa que la responsabilidad de convertirse en una organización ética corresponde a todos los empleados. Son los responsables de un departamento los que deben asegurar que las prácticas de dicho departamento son consistentes con esa orientación ética.
3.La dirección estratégica de recursos humanos
3.1.La necesidad de ajuste entre las características de la organización y sus prácticas de recursos humanos
3.2.El debate entre “ajuste estratégico” y “mejores prácticas”

3.2.1.Críticas a los modelos de mejores prácticas
3.3.El rol de la dirección de línea
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Los directivos pierden la oportunidad de aprender de los especialistas de recursos humanos, al no ver cuál es su actuación para llevar a cabo las políticas establecidas.
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Si las orientaciones que reciben los directivos por parte del área de recursos humanos no son claras, o dejan ciertos temas sin tratar, cada directivo de línea puede inventar nuevos métodos para dirigir personas, lo que generará ineficiencias y duplicidades.
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Pueden aparecer inconsistencias en el trato que reciben los empleados y en sus condiciones laborales, en función de quién sea su superior.
4.El conocimiento como elemento económico clave
4.1.Los trabajadores del conocimiento
4.2.La gestión del conocimiento
Perspectiva cognitiva
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Perspectiva comunitaria
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El conocimiento se iguala a los conceptos y los hechos definidos objetivamente. |
El conocimiento se construye socialmente y se basa en la experiencia. |
El conocimiento se puede codificar y transferir a través del texto: los sistemas de información tienen un rol crucial. |
El conocimiento puede ser tácito y se transfiere a través de la participación en redes sociales, incluyendo los equipos o grupos de trabajo. |
Las ganancias derivadas de la gestión del conocimiento incluyen la explotación del conocimiento existente mediante su reciclaje. |
Las ganancias derivadas de la gestión del conocimiento incluyen la exploración de conocimiento cuando diferentes grupos y comunidades lo comparten y sintetizan. |
La función principal de la gestión del conocimiento es codificarlo y capturarlo. |
La función principal de la gestión del conocimiento es potenciar que este sea compartido a través de las redes. |
El factor de éxito crítico es la tecnología. |
El factor de éxito crítico es la confianza y la colaboración. |
La metáfora dominante es la memoria humana. |
La metáfora dominante es la comunidad humana. |
H. Scarborough (2003). “Knowledge Management”. En: D. Holman; T.D. Wall; C.W. Clegg; P. Sparrow; A. Howard (eds.). The new workplace: A guide to the human impact of modern working practices. John Wiley & Sons.
5.Explotación y difusión de las TIC
5.1.De la subcontratación a la empresa red
5.2.Del trabajo rutinario al trabajo intensivo en conocimiento
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Primero, se produce una automatización, en la que las TIC se utilizan básicamente para automatizar sistemas y reducir el número de personas necesarias para llevar a cabo actividades rutinarias. Esta disminución del trabajo rutinario tiene el potencial de liberar tiempo para que las personas piensen y utilicen en mayor grado sus capacidades cognitivas. Por ejemplo, si la gestión de datos personales y la elaboración de informes cuantitativos están automatizados, los profesionales de recursos humanos necesitan menos tiempo para las tareas administrativas y pueden centrarse en la interpretación de la información. No obstante, en la práctica suele ocurrir que las organizaciones utilicen la tecnología para ahorrar costes en los departamentos de recursos humanos o en cualquier otro departamento donde las tareas rutinarias puedan ser automatizadas.
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En el segundo nivel de información, las TIC proporcionan un mayor grado de transparencia a las actividades, acontecimientos y objetos, generando información sobre los procesos subyacentes, tanto productivos como administrativos, por los que una organización desarrolla su actividad. Las personas saben más sobre lo que ocurre en su departamento, su unidad o la organización en su conjunto, mediante una mejora en la información que obtienen a través de las TIC. Por ejemplo, cuando se ha implantado un sistema de información de recursos humanos, tanto los directivos de línea como los técnicos de recursos humanos pueden acceder a las estadísticas sobre los empleados –con datos sobre sus competencias o la formación que han recibido, sus características demográficas, etc.– y evaluar esta información para orientar mejor sus decisiones sobre planificación de recursos humanos. De esta forma, pueden responder más rápidamente a consultas de los propios empleados y son más eficientes en el manejo de información compleja.
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En un tercer nivel, las TIC también pueden tener un impacto transformador, puesto que permiten definir nuevas operaciones y prácticas que antes no eran posibles. Así, las TIC contribuyen a las innovaciones estratégicas, organizativas, de producto o de servicio, proporcionando una mayor capacidad y flexibilidad competitiva. En recursos humanos, la liberación de la función de tareas de menor valor añadido a través de las TIC puede favorecer una mayor dedicación a atender cuestiones que afectan al conjunto de la organización, al desarrollo de la estrategia o a favorecer los cambios organizativos. Al mismo tiempo, también puede producirse una caída en la relevancia de la función de recursos humanos, puesto que muchas de las tareas que antes le quedaban reservadas ahora pueden ser “devueltas” a los directivos de línea.
5.3.Del trabajador localizado al trabajador conectado
6.La orientación al cliente y el contrato psicológico
6.1.Expectativas crecientes de los clientes
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Dar respuestas flexibles y rápidas puede exigir cambios a corto plazo en las capacidades de los empleados, así como en la cantidad de trabajadores dedicados a una actividad en concreto. Esto puede lograrse mediante la contratación, despido y (en caso necesario) recontratación de los empleados con las capacidades adecuadas en cada momento. También es posible adaptarse a las demandas cambiantes si se cuenta con una mano de obra formada en competencias polivalentes, dispuesta a reajustar sus comportamientos en la medida de lo necesario.
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El trabajo emocional puede definirse como:
“la gestión de las emociones y el desarrollo de comportamientos asociados con sentimientos en las interacciones con los clientes.”
Legge (2005)
6.2.Inseguridad en el empleo, empleabilidad y contrato psicológico transaccional
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Los contratos transaccionales se centran en un intercambio monetario a corto plazo, en el que las recompensas están explícitamente vinculadas al rendimiento personal, y dan por supuesto un bajo compromiso por parte del empleado.
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Los contratos relacionales, en contraste, son a largo plazo e implican una inversión considerable por ambas partes en formación y desarrollo, un elevado grado de dependencia mutua, así como recompensas no necesariamente ligadas al rendimiento.
7.Las personas como fuente de ventaja competitiva
7.1.La guerra por el talento, la individualización del trabajo y la gestión de la diversidad
7.1.1.La guerra por el talento
El talento es:
“el conjunto de empleados que están situados a la cabeza en términos de rendimiento y de competencias, y que, por tanto, se considera que son líderes o profesionales clave, ya sea en el momento presente o en algún momento futuro.”
I. Björkman; A. Smale (2010). “La gestión global del talento: Retos y soluciones”. Universia Business Review (3. er trim., pág. 33).
7.1.2.La individualización de la relación de empleo
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Destacar la necesidad de reclutar trabajadores de alto potencial lleva a la glorificación de los talentos de fuera de la organización, quitando importancia a las competencias de los trabajadores que ya están en ella. Eso lleva, a su vez, a una pérdida de motivación de los empleados internos y a una superior rotación, aumentando a su vez la necesidad de seleccionar nuevos candidatos.
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Concentrarse en el talento individual quita importancia a la necesidad de corregir los problemas sistémicos, culturales y de procesos de negocio que tienen un mayor impacto en el rendimiento del negocio. El aprendizaje interno sufre, al tiempo que aumenta la competencia interna.
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Si se considera que se ha “ganado” la guerra del talento, puede desarrollarse una actitud elitista que dificulta que las personas admitan su necesidad de aprender y la posibilidad de cometer errores.
7.1.3.La gestión de la diversidad
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Desde un punto de vista ético, la gestión de la diversidad contribuye a mejorar la justicia social. Si cada vez existe una mayor diversidad en la mano de obra de nuestras empresas, es necesario asegurar que los trabajadores de distintos tipos y orígenes tienen los mismos derechos.
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Desde un punto de vista estratégico, la investigación ha detallado varios beneficios de adoptar la gestión de la diversidad, incluyendo una mejora de la productividad, de la creatividad y la flexibilidad, una mejor comprensión de los mercados, una disminución de las demandas judiciales, etc. La base de estos beneficios es que la diversidad promueve formas de pensar distintas, contribuye a anticipar y satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes, permite incorporar y promocionar a las personas más adecuadas dentro de fuentes de candidatos más amplias, retiene al talento asegurando que sus necesidades se tienen en cuenta, etc.
7.2.El equilibrio entre habilidades individuales y capacidades organizativas
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La competencia está formada por los conocimientos y destrezas de la persona, incluyendo el conocimiento tácito y el conocimiento formal que posee. Este capital humano alojado en los individuos puede mejorarse a través de la educación formal, la formación y el desarrollo, o un sistema de retribución orientado a este fin. De esta forma, los individuos pueden llegar a ser más competentes o capaces para alcanzar los objetivos financieros o estratégicos de la empresa (por ejemplo, aprender a hacer negocios en China).
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La dedicación se refiere al compromiso o la aplicación del conocimiento en una situación particular. Cualquiera que sea su competencia, los individuos pueden dedicar más o menos esfuerzo, energía y atención a unos objetivos en concreto. Las prácticas de dirección de recursos humanos que más orientan a la atención de los individuos hacia ciertos temas son la selección, la retribución y la formación. Pero también es un tema que preocupa a los directivos que intentan “motivar” o “captar” a los trabajadores para que aumenten su dedicación.
7.2.1.La gestión activa de la cultura organizativa
8.El trabajo flexible
8.1.Formas de flexibilidad desde el punto de vista de la organización
“la posibilidad de la organización para adaptar el tamaño, la composición, la capacidad de reacción y los costes de los inputs humanos necesarios para alcanzar los objetivos organizativos.”
S. Pilbeam; M. Corbridge (2006). People resourcing. Contemporary HRM in practice (3.ª ed., pág. 104). Harlow: Pearson.
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Flexibilidad salarial o financiera. Pretende evitar la indexación automática de las remuneraciones al coste de la vida, buscando la individualización de los salarios. En general, se refiere a aquellas políticas retributivas –de las que existe una amplia variedad de formas– que condicionan la remuneración a algún indicador de la actividad individual o de la organización. Para aplicar esta práctica es necesario identificar un indicador adecuado para el tipo de desempeño que se desea premiar, lo que no siempre resulta sencillo.
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Flexibilidad en el lugar de trabajo o geográfica. Pretende flexibilizar la ubicación física desde la que el trabajador realiza su actividad. Dos formas habituales de lograr este objetivo son la movilidad geográfica y el teletrabajo. La movilidad geográfica se fundamenta en la posibilidad de una empresa para trasladar a un trabajador de un puesto de trabajo a otro, perteneciente a la misma empresa pero situado en una localidad distinta, debido a imperativos de carácter técnico, económico, organizativo o de producción. El teletrabajo supone el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador en la empresa durante una parte importante de su horario laboral, con la asistencia de tecnologías de la información y la comunicación.
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La flexibilidad funcional se refiere a la capacidad del empleador para asignar distintos tipos de tarea a los trabajadores en respuestas a las exigencias y prioridades de trabajo. Puede ser horizontal o vertical. La horizontal implica una reducción en la separación entre actividades y tareas al mismo nivel jerárquico, mientras que la vertical se refiere a aceptar tareas que realizarían empleados a un nivel jerárquico inferior o superior. Para obtener esta versatilidad, es necesario que los trabajadores estén dispuestos a actualizar y ampliar sus competencias.
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La flexibilidad numérica busca adaptar el volumen de trabajo o, lo que es lo mismo, el número de trabajadores o de horas trabajadas, para responder a las diferentes necesidades de producción o de servicio. Su objetivo es maximizar el tiempo productivo y minimizar el improductivo. Puede obtenerse siguiendo dos enfoques, uno interno y el otro externo. Cuando el enfoque es interno, los esfuerzos para aumentar la capacidad de adaptación de la organización se realizan a través de modificaciones en el mercado interno de trabajo o en la organización de la producción, redistribuyendo las cargas de trabajo en la empresa. Puede lograrse alcanzando acuerdos que permitan distribuir de forma irregular el número total de horas anuales a trabajar, recurriendo a las horas extras o a los horarios flexibles de trabajo (aunque en este último caso a menudo responden más a necesidades de los trabajadores). A menudo se llama, también, flexibilidad en el tiempo de trabajo o flexibilidad temporal. En las estrategias externas para conseguir la flexibilidad, las organizaciones recurren al mercado externo de trabajo para contratar la cantidad de mano de obra que sea necesaria. Por tanto, realizan nuevos contratos y despiden a trabajadores tan a menudo como sea necesario. Los trabajadores que posibilitan la flexibilidad externa son, principalmente, trabajadores con contratos temporales, que pueden ser contratados directamente por la empresa o bien ser cedidos por empresas de trabajo temporal; trabajadores autónomos y empresarios individuales, y trabajadores que están empleados en empresas subcontratadas para prestar un servicio o proporcionar un producto. A menudo es denominada, simplemente, flexibilidad numérica.
8.1.1.La empresa flexible
8.1.2.Visiones críticas
8.2.La conciliación vida-trabajo
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Los directivos ejercen presión al fijar fechas límite para los proyectos, objetivos, horarios de reuniones, etc., además de ejercer como modelos de comportamiento que esperan que los subordinados imiten.
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En los trabajados basados en el conocimiento, la productividad o el compromiso de los empleados, es difícil de medir, por lo que los directivos tienden a basarse en las horas trabajadas como un indicador del desempeño de un empleado.
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Los compañeros de trabajo pueden ejercer presión, si se establece una competición encubierta por demostrar quién es el más comprometido y –por tanto– el que más horas trabaja.
8.2.1.¿Equilibrio o conciliación?
8.2.2.Las políticas de conciliación familiar en la empresa
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El conjunto de prácticas que hemos denominado flexibilidad temporal (4) constituyen un bloque esencial en cualquier política de conciliación. Incluyen posibilidades como los horarios flexibles, la semana de trabajo compactada y la reducción de la jornada laboral. Es destacable que, según algunos estudios, los trabajadores empleados en organizaciones que ofrecen estas posibilidades tienden a mostrar un compromiso organizativo superior, con independencia de su uso real de esas posibilidades.
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Suele pensarse que el teletrabajo, especialmente si se realiza desde casa, es favorable para la conciliación familia-trabajo porque mejora la autonomía del trabajador y reduce los tiempos de transporte, lo que permite dedicar más tiempo a las actividades domésticas. No obstante, hay algunas consecuencias negativas para estos teletrabajadores, como un cierto aislamiento profesional, la reducción en sus oportunidades profesionales y la falta de integración social. Además, es posible que para algunos trabajadores sea difícil manejar los conflictos psicológicos y personales que conlleva realizar la actividad profesional en su lugar de residencia, junto a su familia.
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Las ayudas para guardería, sea mediante la oferta de un servicio de guardería en el lugar de trabajo o la retribución en especie en forma de “cheques-guardería”, alivian las tensiones y la ansiedad sobre la atención de los hijos durante las horas laborales, lo que puede tener un impacto positivo sobre los empleados. Esto se aplica, especialmente, a los empleados que no tienen apoyo familiar y que, por lo tanto, tienen mayores probabilidades de tener que ausentarse del trabajo y de tener mayores problemas para gestionar la atención a los hijos.
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Dejen de medir el buen desempeño individual mediante las horas de trabajo y utilicen los resultados del trabajo.
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Aumenten la capacidad de los empleados para decidir sobre las condiciones en que trabajan.
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Definan el compromiso como el ejercicio de un respeto y confianza mutuos, y no simplemente como la priorización del trabajo sobre el resto de actividades.
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Vean la equidad en términos de justicia respecto a las variadas necesidades de los empleados, más que respecto a unos supuestos requerimientos uniformes de una mano de obra homogénea.