El concepto de hipertexto se refiere a una estructura basada en enlaces, soportados informáticamente, que permiten la conexión de unidades de información dentro de un mismo documento o en diversos documentos. Es esta capacidad la que posibilita una organización del texto que se denomina multilineal y que impide su correcta impresión sin perder información.
En 1965, Ted Nelson acuña el término de hipertexto para referirse a un tipo de texto electrónico, una tecnología informática nueva, y un modo de edición.
Con hipertexto me refiero a una escritura no secuencial, a un texto que bifurca, que permite que el lector elija y que se lee mejor en una pantalla interactiva. De acuerdo con la noción popular se trata de una serie de bloques de texto conectados entre sí por nexos, que forman diferentes itinerarios para el usuario.
Antecedentes
Aunque el hipertexto, en un sentido estricto, sólo es posible en soportes informáticos, se pueden reconocer antecedentes de la escritura no secuencial en la literatura de Borges y Cortázar, en los estudios críticos de Derrida y Barthes, o en los escritos filosóficos de Wittgenstein, entre otros. También se pueden encontrar, a lo largo de la historia, intentos de organizar la información de un modo más eficaz que los tradicionales índices y catálogos bibliotecarios jerárquicos y lineales. En 1588, el italiano Agostino Ramelli diseña una noria para la consulta de libros, en la que los distintos cangilones contenían libros que el lector, sentado en un extremo, iba haciendo rotar en la medida en que los necesitaba. De esta manera, por asociación y sin tener que acudir al catálogo podía consultar los textos.
Pero la verdadera anticipación del hipertexto, como sistema de almacenamiento y recuperación de información, se encuentra en un aparato denominado Memex o extensor de memoria (Memory Extender), cuya concepción se presenta públicamente en 1945. Este aparato fue diseñado por Vannevar Bush y nunca construido. Bush pretendía idear un sistema que permitiera acceder a la ingente cantidad de conocimiento científico de modo análogo a como la mente humana organiza la información: por asociación en vez de jerárquicamente.
Multilinealidad
Aunque la estructura hipertextual se ha denominado " no-lineal" , parece más adecuado denominarla " multilineal" , puesto que la linealidad sigue existiendo dentro de cada unidad de información o nodo y sólo se rompe cuando se abandonan sus límites, para seguir algún enlace que lleve a la linealidad de otro nodo. Al acceder y relacionar los nodos, el usuario establece una determinada secuencialidad de entre las muchas posibles. Podría argumentarse que ya Nelson afirma que entiende por hipertexto la escritura no-secuencial. Sin embargo, y aunque quizá el hipertexto permita potencialmente una escritura no-lineal, actualmente las estructuras hipertextuales no han superado el almacenamiento lineal de la información, aunque sí permiten un acceso multilineal a dicha información. La cultura moderna occidental es lineal desde la interiorización de la escritura y así se mantiene en los sistemas hipertextuales, aunque la licencia de arbitrariedad que estos conceden en el acceso de los usuarios haya propiciado la utilización de la expresión " no-lineal" .
Elementos constitutivos
El hipertexto se compone de nodos y enlaces.
Nodos
Los nodos son unidades de información integradas y autosuficientes, que se conectan entre sí mediante enlaces y que pueden contener cualquier tipo de información –sonido, vídeo, animaciones, etc. El nodo desde el cual se origina un enlace se denomina " referencia" y el nodo en el que enlace termina se denomina " referido" .
Enlaces
Los enlaces sirven para conectar conceptos o nodos relacionados. De la naturaleza de estos enlaces dependerá la articulación de las diferentes linealidades que permitirá el hipertexto. De entre las muchas cualidades de los enlaces, se pueden destacar dos que determinarán la ejecución final del usuario. Por un lado, la dirección de los enlaces y por otro, la multiplicidad. Ambos criterios resultan fundamentales para facilitar la ubicación del usuario con respecto al texto completo. La dirección atañe a la posibilidad de que se pueda volver al nodo de referencia una vez que se ha salido de él y la multiplicidad se refiere al número de enlaces disponibles en un hipertexto. Esta última característica debe tenerse en cuenta, en la medida en que un número elevado de enlaces pueden suponer la desorientación del usuario o una sobrecarga cognitiva que tendrá que paliarse mediante el uso de filtros por parte del usuario, o bien mediante la disposición de mapas de situación o esquemas que reflejen los trayectos en el contexto de toda la información disponible.
La clasificación de los enlaces y su organización en función de criterios sostenidos facilita el manejo de los sistemas hipertextuales, reduciendo la ambigüedad, desorientación y la saturación cognitiva que se puede llegar a producir. Sin embargo, existen múltiples clasificaciones de los enlaces. Aquí nos limitaremos a mencionar algunos tipos de enlaces:
Los enlaces son de referencia, cuando al ser seleccionados el nodo referido aparece en la pantalla remplazando la imagen del nodo anterior. Sería el equivalente a pasar la página de un libro. Esta clase de enlaces puede ser uni o bi-direccional, en función de que permita o no la vuelta al nodo anterior.
Los enlaces nota son aquellos que cuando son seleccionados aparece una ventana pequeña que presenta el nodo referido, sin que el usuario pueda acceder a más enlaces desde la misma, sino que tiene que regresar al nodo original. Sería el equivalente de las notas a pie de página.
Los enlaces comando, una vez accionados, ejecutan algún programa que les ha sido asociado. Conviene recordar que los enlaces hipertextuales pueden enlazar cualquier recurso de Internet: archivos de texto, una sesión Telnet, un FTP, un grupo de noticias de Usenet, el envío de un correo electrónico, etc.