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La World Wide Web
La World Wide Web resulta de la unión de Internet y el hipertexto. Tim Berners-Lee es el encargado de implementar su unión, dando lugar al nacimiento de un nuevo medio: "Ocurrió que llegué en el momento oportuno y con el interés e inclinación adecuados, después de que el hipertexto e Internet estuvieran desarrollados. La tarea que me correspondía era unirlos." | |
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En 1980, trabajando como consultor en el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas), Berners-Lee escribe un programa denominado Enquire –inspirado en el libro Enquire Within upon Everything–, que permite establecer enlaces entre nodos arbitrarios de información. El objetivo que Berners-Lee tiene en mente es organizar para sí mismo, de una forma intuitiva, la información acerca de personas, máquinas y recursos de una institución compleja y con gran movilidad de sus trabajadores como es el CERN. Pero esta idea inicial de crear un espacio de información personal le lleva con el tiempo a aspiraciones más amplias: la construcción de un espacio informativo común y universal, "una visión que acoja el crecimiento descentralizado y orgánico de las ideas, de la tecnología y de la sociedad". Para la construcción de este espacio universal de información, Berners-Lee identifica un elemento clave: el hipertexto. A través de nodos y enlaces se podían representar las conexiones entre la información mejor que mediante las tradicionales estructuras jerárquicas y arbóreas. Además, era necesario que el sistema estuviera completamente descentralizado, que no existiera ningún repositorio central de información, es decir que cualquier nodo de información se pudiera unir con cualquier otro. De manera que la información no tendría que estar almacenada en un solo ordenador, sino que podría estar distribuida entre diferentes máquinas, para lo que se necesitaba un sistema que permitiera unir ordenadores que funcionaran sobre sistemas operativos y redes diferentes. Aunque el CERN tarda en adoptar Internet, Berners-Lee considera que su arquitectura en torno a los protocolos TCP/IP aporta la flexibilidad y universalidad que demandaba la creación de un sistema de información global. En 1989, Berners-Lee escribe una propuesta para desarrollar un proyecto basado en la idea de Enquire, pero más elaborado y para una plataforma multiusuario en vez de personal. El sistema pretende ser una respuesta a las necesidades de la comunidad científica del CERN: un sistema hipertextual distribuido para la organización de la información. Un año más tarde, consigue el visto bueno de sus superiores para desarrollar el proyecto. La utilización del hipertexto sobre una plataforma en red permitiría solucionar los problemas existentes en el CERN para mantener el registro de proyectos de gran tamaño, así como la relación de los proyectos en los que estaba involucrado el personal. En definitiva, se plantea un sistema asociativo, por contraposición a las estructuras jerárquicas que predominaban en los catálogos y archivos, para unir todo tipo de conceptos, ideas, e informaciones. Es importante señalar que no se concibe sólo como un sistema de consulta de información, sino que el proyecto también consideraba la posibilidad de que los usuarios introdujeran material nuevo en el sistema. Los avatares del desarrollo de la tecnología hacen que la primera killer apllication o utilidad exitosa para la que se emplea la web en el CERN sea el acceso al directorio telefónico del centro.
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Berners-Lee plantea el desarrollo de la web en dos fases, cuyo objetivo final es facilitar el trabajo conjunto. La primera fase consiste en contribuir a la mejora de la comunicación entre las personas a través del conocimiento compartido. La web es un espacio universal de información donde los grupos de trabajo pueden plasmar pensamientos y construir modelos conjuntamente acerca de los motivos y métodos de los proyectos que se pretenden llevar a cabo. La segunda fase de la web sería complementaria de la primera, y se basa en la comprensión de la información por las máquinas. Una vez que se está trabajando sobre un proyecto determinado a través de la web, habrá programas que puedan ayudar a gestionar sus partes más mecánicas y racionales, dejando que las personas ofrezcan la inspiración y la intuición.
La tecnología web comienza a extenderse por diferentes círculos informáticos y, en honor a su espíritu aperturista y universal, las innovaciones comienzan a aparecer lejos de donde fue incubada. En 1993 un equipo joven de programadores del NCSA (National Center for Supercomputing Applications) de la Universidad de Illinois desarrolla un navegador gráfico para la web, denominado Mosaic, para plataformas Unix y, seguidamente, aparecen las versiones para Mac y Windows. De acuerdo con la política del NCSA, el programa se pone a disposición del público gratuitamente en Internet. Sorprendió al mundo. La posibilidad de ofrecer imágenes, sonido, vídeo clips y un sistema hipertextual aporta a Internet la familiaridad que el público necesitaba para aproximarse a la Red. Entre 1992 y 1995 aparecen varias versiones de navegadores, entre ellos Netscape, fundado por el antiguo presidente de Silicon Graphics y un equipo de trabajo de Mosaic, que inmediatamente se dan cuenta de que la web podría aumentar la utilidad de Internet remplazando su interfaz austera por un sistema más intuitivo basado en el "point and click". La implantación social de nuevas tecnologías se asocia a una dinámica, conocida como Ley de Metcalfe, que observa que el valor de una tecnología nueva aumenta en la medida en que obtiene muchos usuarios y, precisamente por esto, la obtención de nuevos usuarios al principio es difícil, puesto que el valor de la tecnología es escaso. En el desarrollo de la web, hay que tener en cuenta que Internet contaba con una masa de usuarios desde los años sesenta, pero además se dan cita dos circunstancias que ayudan a superar la tendencia circular que describe la Ley de Metcalfe. En septiembre de 1994 la distribución de la versión beta del navegador de Netscape contribuye a la "democratización" del acceso a la plataforma web, puesto que la interfaz resulta fácil de manejar y es gratuita. Pero además, la posibilidad de que los propios usuarios puedan publicar información en la web, supone un impulso importante al volumen de contenido en la misma y, por lo tanto, incrementa su atractivo para los nuevos usuarios. Fuente: adaptada de Hobbes, R. (2001).
http://www.zakon.org/robert/internet/timeline/ | |
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El crecimiento de la web ha sido logarítmico. De 130 sitios web contabilizados en 1993, se ha pasado a más de 28 millones en marzo de 2001. Según un estudio realizado en junio de 2000, el número de páginas que corresponden a estos sitios web es de 2,1 billones, añadiéndose cada día una media de 7,3 millones de páginas.
Los elementos esenciales que constituyen la web son los URL, el protocolo HTTP y el lenguaje HTML.
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