Las técnicas de enmascaramiento más comunes son el simple ciego (el paciente, pero no el investigador/médico, desconoce el grupo al que ha sido asignado, es decir, ignora cuál de los posibles tratamientos recibe), el doble ciego (investigador/médico y paciente desconocen el grupo de asignación de este último) y triple ciego (cuando también el análisis y evaluación de los datos se hace sin conocer la identidad de los grupos).
Se denominan ensayos clínicos abiertos aquellos en los que tanto el sujeto como el investigador conocen el tratamiento que recibe el primero, aunque la persona que analiza y evalúa los datos ignore el tratamiento que recibe cada individuo.