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Condiciones que deben reunir los objetivos
Para desempeñar su papel motor y coordinador, los objetivos deben responder a un cierto número de condiciones:
- Tienen que ser el resultado de una elaboración pertinente y adecuada.
- Deben estar cuidadosamente coordinados, de modo que sean compatibles entre ellos (por tanto, hay que describirlos).
- Tienen que estar equilibrados, es decir, se deben aplicar a todos los aspectos esenciales de la actividad de la empresa, incluso a los que son difíciles de expresar con cifras y datos.
- Tienen que adaptarse a cada situación específica, si no se quiere que sean prácticamente irrealizables.
- Deben tener suficiente continuidad en el tiempo, si no se quiere que provoquen transtornos nefastos en la organización de los medios y desmoralicen a las personas responsables.
- Es necesario que conseguirlos requiera un esfuerzo sin dejar de ser realistas.
- Tienen que suscitar una actitud activa en las personas responsables.
- No tienen que ser muy numerosos, para no impedir que los responsables se concentren en su realización.
- Tienen que ser personales. No queda afectada una unidad, sino una sola persona responsable que sabe que el juicio de su superior sobre él fijará el nivel para los objetivos y su capacidad para conseguirlos.
- Siempre tiene que haber una relación entre los objetivos, los medios y los plazos.
- Los objetivos se expresan siempre en términos de resultados concretos medibles o determinables. Estos resultados se comparan con otros objetivos:
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Con objetivos de nivel superior, para los que constituyen el medio de conseguirlo. |
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Con objetivos a largo plazo de la unidad. |
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Los objetivos no son vínculos intangibles y paralizantes. |
La calidad de la reflexión y de la negociación que preceden a la fijación del objetivo es más importante que la cifra por ella misma, que, no obstante, es un contrato que hay que cumplir si las hipótesis no varían.
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