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Las capacidades personales: la personal mirada interior

Cita

"En una organización no haremos nada si tenemos buenos profesionales pero malas personas. Tampoco haremos nada si todos somos muy buenas personas pero profesionales poco eficientes."

Esto es lo que explicaba un directivo de empresa en el transcurso de una reunión con otros directivos. Esta afirmación nos aporta un punto de vista interesante, ya que abre una dimensión, la personal, que hemos tenido olvidada mucho tiempo. Por eso consideramos que es importante dar carácter a dos actividades que nos hacen mirar más hacia nuestro interior:

  • Conocerse a uno mismo.
  • Revisar con sinceridad el comportamiento propio.

  1. Conocerse a uno mismo significa haber hecho un proceso de autorreflexión y de toma de conciencia reuniendo aspectos como:
    • los valores y la ética personal;
    • lo que soy, la personalidad, el carácter, el estado físico;
    • los sentimientos, las emociones y las actitudes;
    • lo que percibo, la receptividad, los sentidos;
    • el pensamiento, la creatividad, la imaginación, la inteligencia;
    • la conducta que tengo, las acciones, los comportamientos;
    • la salud, el ánimo, la seguridad, la confianza;
    • los deseos, las motivaciones, las necesidades, los intereses;
    • las creencias, los prejuicios, las ideas y las opiniones;
    • los conocimientos, las experiencias, la cultura, la formación;
    • la comunicación, la relación social, el hecho de escribir, de hablar;
    • la capacidad de adaptación al medio y la relación con el entorno.

    Al final del repaso -tras haber construido el mapa del autoconocimiento-, puede elaborarse una lista de las cosas que valoráis como positivas y de las que creéis que os aportan poco. A partir de aquí podéis establecer vuestros planes de mejora y de cambio.

  2. En lo que respecta al comportamiento propio, debéis hacer una reflexión y preguntaros lo siguiente:
    • ¿Conozco cuáles son los retos que tiene que asumir la empresa en los próximos años?
    • ¿Cuál es mi nivel de preparación para enfrentarme a los problemas a que creo que se enfrenta mi puesto de trabajo y la organización?
    • ¿Hasta qué punto alcanzo a comprender lo que está pasando actualmente en el trabajo, la empresa y su mercado?
    • ¿Qué es lo que yo creo que se tendría que hacer? ¿Cuáles son mis condiciones en torno a los cambios que hay que introducir en el trabajo para ser más eficientes?
    • ¿Cuáles son mis puntos fuertes y débiles?
    • ¿Qué puedo hacer para mejorar mi capacidad de impulsar el crecimiento y el progreso de la organización?
    • ¿En qué medida es buena y sólida la relación con los colegas, los colaboradores y la dirección?
    • ¿Creo que tengo capacidades para liderar un equipo en este momento? ¿Y en el futuro? ¿Qué tengo que hacer para mejorar en estas capacidades?

    Las respuestas serán indicadoras de que hay algo que se tiene que llevar a cabo, y facilitan una visión más completa de las partes que intervienen en la creación de un equipo de alto rendimiento. El problema no es de la empresa: uno tiene que aprender a reconocer que también forma parte del problema, ya que con sus actitudes, sentimientos y pensamientos, facilita o dificulta el proceso de mejora organizativo.

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