Existe una cierta polémica sobre los papeles respectivos de los mandos (organización) y los empleados en la planificación de carreras.
Una concepción estructurada de la planificación de carreras facilita que los mandos den apoyo a las acciones de la organización en este sentido. Si la concepción anima al debate entre el empleado (con sus intereses de carrera) y los supervisores y/o mandos, los resultados de la planificación de carreras tienden a ser más realistas y están más en sintonía con las necesidades organizacionales.
Esta sintonía sólo se da cuando hay una concepción integrada de la planificación de carreras y desarrollo con otros sistemas de recursos humanos y con la misma estrategia de la organización, tal como se muestra en el siguiente cuadro:

En un clima económico cambiante, los directivos pueden cuestionar la practicidad de discutir opciones de carrera con sus colaboradores, dadas las incertidumbres del futuro y las pérdidas de puestos de trabajo causadas por fusiones y/o reestructuraciones internas.