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Organizando la información
Cuando se escribe un libro, se estructuran los contenidos de los diferentes capítulos y se estipula un orden que será el adecuado para seguir el hilo de lo que se está exponiendo. Cuando elaboramos una sede web, podemos hacer lo mismo, aunque con diferencias. Estructurar la información es básico para tener clara una estructura general de la sede web y podremos estimar cuántas páginas tendremos que hacer y emprender una obra abierta.
Se nos puede presentar un problema con las estructuras hipertextuales: no sabemos cuál será el itinerario que seguirá el usuario, cómo lo hará, a qué ritmo, etc. Sólo tenemos claro el punto de partida, y a partir de aquí cada uno puede hacer una lectura muy diferente y no secuencial. Es preciso, por este motivo, definir muy claramente las estructuras que aplicaremos a nuestra sede web, que al mismo tiempo afectarán a la navegación.
Puesto que tampoco sabemos por qué lugar de nuestra sede puede acceder un usuario, conviene no tener partes inconexas que provoquen la sensación de pérdida (lo que para nosotros puede ser muy evidente, para otras personas quizá no lo sea tanto). Una buena manera de estructurar la información puede ser mediante los diferentes contenidos, áreas temáticas o conceptos que desarrollamos. Es decir, podemos dedicar cada página a un documento que explique un solo concepto, y que navegando ofreciera la posibilidad de continuar un itinerario hacia diferentes vías, ya sean ejemplos, documentos relacionados con la temática, más información externa, etc.
La facilidad del hipertexto para enlazar diferentes documentos de manera indefinida nunca tendrá que llevar a confusión; si es así, quiere decir que la organización de los contenidos y las partes estructuradas no es la correcta. Es necesario tener clara la estructura física que aportaremos a la sede web, así como la finalidad. No es lo mismo aportar una serie limitada de documentos en papel, que ahora traspasamos a formato electrónico, que generar de nuevo todo un conjunto de información.
En este sentido, nos ayudará conocer qué estructuras se pueden dar en una sede web:
- Lineal: es la estructura más básica y simple de todas. No tiene pérdida, ya que la información se estructura secuencialmente, de tal manera que avanzamos según el itinerario marcado, y sólo podemos volver atrás o pasar a la página siguiente. Sus posibilidades expresivas son mínimas, y si el contenido resulta muy largo, y no es lo bastante atractivo o interesante, las páginas pueden ser muy aburridas y generar muy pocas expectativas.

- Árbol: es una estructura típica donde los contenidos tienen una característica física básica, y es que dependen de un nodo padre o raíz a partir del cual surgen las diferentes ramificaciones o estructuras de árbol asociadas. La base consiste en presentar diferentes páginas de índice que ofrecen los distintos caminos posibles para elegir, teniendo siempre en cuenta que profundizamos en diferentes niveles estructurales y que podemos volver atrás de manera fácil y muy intuitiva. Permite en todo momento saber dónde estamos situados, hacia dónde podemos ir y qué encontraremos, o qué hemos visitado en niveles informativos superiores. Su estructura es muy básica y clara.

- Malla: esta estructura mantiene la información fuertemente jerarquizada y compacta. Mezcla el concepto de árbol y el de lineal, y configura así un itinerario basado principalmente en menús de opción. La lectura dentro de su cuerpo también puede ser secuencial, pero con más posibilidades expresivas que nos permiten saltar a otras partes de forma que no se cree una sensación de pérdida. Es muy consistente, y proporciona un itinerario claro para el usuario, pero sin caer en la sencillez de la secuencialidad.

- Telaraña: es sin duda la estructura más expresiva de todas, y al mismo tiempo la más caótica. A priori puede parecer que no existe ningún tipo de interconexión entre las partes, y es posible que esto sea verdad si no proporcionamos al usuario unas opciones de navegación coherentes que le aseguren un itinerario que seguir. Son estructuras totalmente libres, y al mismo tiempo peligrosas, ya que podemos hacer que no se encuentre la información que nosotros queremos mostrar, o que simplemente el usuario se pierda en un mar de enlaces que aparentemente, en muchos casos, no tienen sentido. Planificar este tipo de estructura a conciencia es realmente difícil, y supone un estudio muy claro de lo que queremos presentar y de qué manera, siempre con una finalidad concreta.

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